Telefónica, Orange y Vodafone (y más recientemente otras compañías como MásMóvil o Digi Mobil) destinan una gran porcentaje de su facturación a mantener y ampliar las redes de telecomunicaciones que le permiten a usted leer cómodamente este artículo tumbado en la playa o desde el sofá de casa.
En concreto, desde 1998 el montante total de las inversiones asciende a 137.500 millones de euros, según el informe publicado por el Grupo Orange 'Impacto de la transformación digital en España: 1998-2023' en el que se analiza la evolución del sector durante el último cuarto de siglo.
Unas inversiones que son una soga al cuello de los operadores incumbentes, aquellos con red propia. El sector no encuentra la manera de hacer crecer los ingresos, y los operadores señalan a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) como la culpable de estos males.
La CNMC obliga a las grandes telecos a alquilar su red a los llamados Operadores Móviles Virtuales (OMV), aquellos que no tienen infraestructuras. Y lo hace, además, estableciendo el precio por ese alquiler. Como consecuencia, los operadores dominantes se ven obligados a reducir las tarifas para competir con los OMV. El resultado: pierden 85 euros por cliente al año.
"El incesante despliegue de infraestructuras de red en España no hubiera sido posible sin las elevadas inversiones realizadas de forma continua por las empresas del sector. Desde 1998, la inversión media anual realizada por los operadores supera los 5.500 millones de euros. La siguiente gráfica refleja la evolución de las
inversiones en los últimos 25 años", refleja el informe, que añade que "el Grupo Orange, en particular, ha invertido en nuestro país 35.500 millones de euros desde 1998 a 2023 (...). Anualmente, el Grupo Orange destina en torno a un 20% de sus ingresos a inversiones, estando la mayor parte de ellas enfocada al despliegue de redes de nueva generación. Desde el año 2010 la inversión realizada por el Grupo Orange ha aumentado con una tasa compuesta de crecimiento anual del 12,8%".
Líderes en redes de telecomunicaciones
La liberación del sector de las telecomunicaciones a finales del pasado siglo impulsó el desarrollo de infraestructuras para ofrecer un servicio de calidad al cliente. En España, las altas inversiones han colocado al país como uno de los líderes mundiales en redes.
Ocupamos la tercera posición mundial por porcentaje de accesos de fibra respecto al total de accesos de banda ancha, solo por detrás de dos de las superpotencias en lo que a conectividad se refiere, Corea del Sur y Japón, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Por otra parte, según el estudio Digital Economy and Society Index (DESI) España ocupaba en 2022 la cuarta posición dentro de los países de la Unión Europea (UE) con mayor cobertura por encima de los 100 Mbps. Tan solo Malta, Luxemburgo y Dinamarca se encuentran por encima de nuestro país, y no hay que olvidar que se trata de países con una extensión muy inferior a la de nuestro país.
Según esta misma fuente, el 93,8% de los hogares españoles tenía una conectividad con velocidades por encima de los 100 Mbps. La Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales (SEDIA) desvela que los hogares que tienen disponibles accesos de 100 Mbps o superior han pasado del 55,7% en 2013 al 88,3% en 2021 -último dato disponible-.
600.000 microempresas, sin acceso a internet
A pesar de estas buenas cifras, en España existen todavía 600.000 microempresas sin conexión a internet, tal y como refleja el informe de Orange.
"Casi la totalidad de pymes y grandes empresas disponen de acceso a internet en España. Entre las microempresas, alrededor de 8 de cada 10 están conectadas, lo que supone que aún existen cerca de 600.000 empresas sin conexión a internet", destaca el informe, en el que se detalla que se consideran microempresas aquellas que tienen entre 0 y 9 empleados.
Además, muchas de las corporaciones de pequeño tamaño con conexión a internet apuestan únicamente por el teléfono móvil, eliminando la banda ancha fija para ahorrar costes. La penetración de la banda ancha fija no ha dejado de disminuir desde el máximo de 2012. Por otra parte, tal y como muestra el informe, el crecimiento de la banda ancha móvil no cesa. En 2022 su penetración se encontraría a tan solo 1 punto de la fija.
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