Meliá Hotels International registró unas pérdidas consolidadas atribuidas de 192,9 millones de euros en 2021, un 67,6% menos que en 2020, cuando la hotelera española perdió 595,9 millones de euros, según ha notificado este lunes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La empresa ha informado de que se está consolidando la tendencia positiva con un incremento del 70,8% en los ingresos, hasta los 902,4 millones de euros, y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 125,5 millones de euros frente a los 151 millones de euros negativos del año anterior. Los gastos se incrementaron un 13,6%, hasta los 771,6 millones de euros.
La deuda neta antes de aplicar la norma NIFF 16 a finales de 2021 era de 1.285,9 millones de euros, 30,9 millones de euros por encima del cierre del año anterior. La liquidez disponible a 21 de diciembre de 2021 ascendía a 404 millones de euros. Excluyendo los 'covenants' financieros, la deuda solo incluye unos 300 millones con garantía hipotecaria.
La compañía se ha establecido como prioridad controlar y reducir la deuda, objetivo al que contribuyó la venta de activos realizada al cierre del segundo semestre del año por un importe neto de 170 millones de euros, y podría contemplar alguna operación adicional durante 2022.
Durante el último trimestre, la empresa registró unas pérdidas de 26,6 millones de euros, un 78,9% menos que un año antes. El Ebitda fue de 60,9 millones en el trimestre frente a los 52,7 millones de euros negativos de un año antes.
Escarrer espera poco impacto por el conflicto en Ucrania
El vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, ha destacado que estos resultados evidencian "una clara tendencia a la recuperación del sector, con un incremento muy significativo de los ingresos trimestre tras trimestre, a pesar del impacto de ómicron en el mes de diciembre".
Además, ha considerado que ponen de manifiesto la "resiliencia" de la compañía, "fruto de la prudente gestión realizada durante la pandemia, y de las fortalezas que el grupo espera consolidar en la nueva fase de recuperación".
Sobre la pandemia, Escarrer se ha mostrado optimista ante la aparición de ómicron, más leve, aunque virulenta, que según los expertos sanitarios permitirá una superación de la pandemia y la entrada en fase de "convivencia", lo que posibilitará la movilidad de las personas.
Por otro lado, aunque precavido por lo reciente de los hechos, ha apuntado que la guerra en Ucrania tendrá un "impacto limitado" sobre el turismo, dado el "reducido peso del mercado emisor ruso y ucraniano" para sus hoteles y destinos, y que "no ensombrezca el previsto despegue de la demanda ante el cercano final de la pandemia".
Así, Escarrer se ha mostrado confiado en que, de mantenerse las condiciones adecuadas "para facilitar una movilidad internacional segura sin restricciones", el sector turístico podría alcanzar ya en 2022 niveles previos a la pandemia a nivel global.
Solo un 6% de los hoteles cerrados
La compañía mantuvo un 62,9% más de habitaciones disponibles que en el año 2020, conservando al cierre del ejercicio tan solo un 6% del portfolio global cerrado por causas relacionadas con el coronavirus, frente al 21% que se mantenía cerrado al cierre del año anterior.
La ocupación media mejoró en 1,7 puntos básicos en el conjunto del año, con un impulso en el cuarto trimestre que representó una mejora de 22,3 puntos básicos de ocupación respecto al mismo periodo de 2020, a pesar de ómicron, mientras que la tarifa diaria media se incrementó en un 9,7% en el conjunto del año respecto a 2020, y en un 1,8% respecto a 2019.
Siguiendo el mismo patrón, el RevPAR de los 12 meses se cifró en 39,4 euros, (+14,9% respecto a 2020), mientras que en el cuarto trimestre se situó en 47,8 euros, un 163% más respecto al mismo periodo del año anterior.
En el ámbito de la expansión geográfica, el grupo reanudó progresivamente su plan de aperturas, poniendo en marcha 13 nuevos hoteles entre enero y diciembre de 2021, siete de ellos en ciudades europeas como Barcelona, Liverpool, Frankfurt, Newcastle y Avilés, y capitales como Ámsterdam y Luxemburgo, uno en China, y cinco resorts ubicados en Phuket (Tailandia), Rodas (Grecia), Benidorm y Mallorca (España) y Marrakech (Marruecos).
Además, incorporó nuevos establecimientos durante 2021, firmando 22 nuevos hoteles (con más de 4.800 nuevas habitaciones) la mayoría de ellos en destinos vacacionales del Mediterráneo, en España, Grecia, Sicilia, Albania y Croacia, además de Indonesia y China, bajo sus marcas Meliá Collection, Meliá Hotels&Resorts, Innside by Meliá, Affiliated by Meliá y Sol by Meliá.
Fuerte recuperación a partir de marzo
Para el año 2022, la compañía espera que la relajación de la pandemia y una baja afectación del conflicto en Ucrania permitan una mejora de la actividad global a partir del mes de marzo.
Así, este mes marcaría el inicio de un periodo de recuperación, en el que los analistas del Consejo Mundial de los Viajes y el Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) creen que se podrían superar las cifras de facturación de 2019. La previsión de Meliá para los hoteles vacacionales apunta también a una recuperación o incluso mejora en este año del RevPAR de 2019, dada la evolución de los precios.Copiar al portapapeles.
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