Economía

Menos PIB, más inflación: la OCDE advierte que seguirá alta hasta 2025

El organismo internacional espera que la economía española se frene en 2023, con un crecimiento del 1,3%, y la inflación media se mantenga en el 4,8% tanto el próximo año como en 2024

No han pasado ni dos meses desde que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) rebajó sus expectativas económicas y este martes lo ha vuelto a hacer. El deterioro del poder adquisitivo de hogares y empresas apunta a un freno de la actividad aún mayor en 2023, con un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de apenas el 1,3%.

El dato de PIB avanzado este martes está por debajo del 1,5% que proyectó el septiembre y mucho más lejos del 3,8% que esperaba a principios de año. También se aleja del 2,1% que proyectó el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023 y que de momento mantiene pese a que todos los organismos económicos han rebajado sus perspectivas por debajo del 2%.

Esto implica, como ya se había avanzado, que el nivel de 2019 no se recuperará hasta 2024, siendo España el último país en volver a aquella situación prepandémica.

La OCDE proyecta una inflación que si bien alcanzará su punto máximo este año, con una media del 8,6%, continuará elevada durante los dos siguientes ejercicios. En concreto, calcula que la media anual se situará en el 4,8% tanto en 2023 como en 2024. Estas tasas aún elevadas (la propia OCDE habla de inflación "alta") "frenarán el poder adquisitivo de los hogares, aunque los ahorros acumulados durante la pandemia respaldarán el consumo".

Por el lado de las empresas, "con el deterioro de las perspectivas de demanda y el aumento de los costes de financiación, se espera que la inversión privada siga siendo moderada" en el horizonte de proyección. A esto se suma "la desaceleración en los principales socios comerciales, que también afectará a las exportaciones".

Los salarios crecen un 3,3%

Para este año eleva tres décimas la previsión de crecimiento económico, hasta el 4,7%, por el buen comportamiento del PIB en el segundo trimestre. Sin embargo, la OCDE recuerda que la economía se desaceleró ya en el tercero, con un aumento de apenas el 0,2%, la confianza del consumidor cayó a niveles "muy bajos", y la tasa de desempleo subió al 12,7% en el tercer trimestre.

El año acabará con una tasa de paro del 12,9% que se mantendrá sin cambios en 2023 y sólo se reducirá al 12,7% en 2024. En este sentido, tras lograr rebajar esta tasa desde el 15,5% alcanzado en 2020, el empleo también se estanca, sin ninguna mejora prevista en el desempleo para el próximo año.

Además, la inflación sigue siendo alta, situándose en el 7,3% en octubre; mientras que los salarios aumentaron un 3,3% entre el tercer trimestre de 2021 y el mismo trimestre de 2022. La OCDE incide en que "un acuerdo con los interlocutores sociales para compartir la carga del aumento de los precios de importación mitigará el riesgo de una espiral salario-precio". El denominado "pacto de rentas" que por el momento no se ha logrado alcanzar.

Inflación media del 4,8% en 2024

En 2024, hasta donde extiende ya el horizonte de proyección, la economía crecerá un 1,7% pero la inflación media del año seguirá en el 4,8%. En 2021, cuando empezó la crisis inflacionista, la inflación media fue del 3,1%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En 2020 la variación fue negativa, con una caída media de los precios del 0,3%. Y en 2021, la tasa media se situó en el 0,7%, en línea con los años anteriores de estabilidad de precios.

Por su parte, la inflación subyacente, menos volátil al excluir los precios de la energía y de los alimentos frescos, cerrará este año en el 4% pero crecerá al 4,8% en 2023, para volver a descender al 3,7% en 2024. Esta previsión de mayor inflación subyacente en 2023 confirma la prolongación de la crisis de precios en España y explica los efectos adversos que se esperan en la economía.

La OCDE ha advertido al Gobierno que las medidas fiscales para proteger a hogares y empresas de los precios de la energía, adoptadas tras la invasión de Ucrania, "deberán ser revisadas periódicamente" para garantizar que estén dirigidos a los más vulnerables y son compatibles con los objetivos de política fiscal y ambiental.

El déficit público se situará en el 4,9% del PIB en 2022, y disminuirá al 4,2% del PIB en 2023 y al 3,7% en 2024, según la OCDE. En el horizonte de proyección de los Presupuestos, el Gobierno se compromete a reducirlo el déficit al 3,9% en 2023, al 3,3% en 2024 y por debajo del 3% en 2025. Sin embargo, la OCDE recuerda en su informe el importante incremento del gasto social el próximo año por, entre otras medidas, subir las pensiones un 8,5%.

Finalmente, la organización menciona en su informe que si bien el ascenso de los tipos de interés pesará sobre la inversión empresarial, "un uso eficaz de los fondos Next Generation EU será clave para apoyar la inversión, impulsar la productividad a largo plazo y lograr la transición verde".

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