Mercadona está en la mirilla de Unidas Podemos. Y ofrece crear una empresa pública para quitar poderes a la empresa de Juan Roig. Es más, la formación que comparte el Gobierno con el PSOE plantea una empresa estatal en cada sector estratégico. “Lo tomamos como broma”, valora un directivo del Ibex sobre el discurso de Ione Belarra. “Tendría su gracia si no fuera porque lo está diciendo una ministra”, añade. El foco de Belarra está, sobre todo, en dos sectores: los supermercados y las eléctricas.
Unidas Podemos quiere un Mercadona ‘público’ para competir con el 25% de cuota en España y una empresa eléctrica estatal para intervenir en todo el proceso de este mercado, como lo fue Endesa hace 35 años. Dos ideas que, en unas primeras estimaciones, tendría un coste para las arcas públicas cercano a los 42.000 millones de euros.
El sector de los supermercados ‘pasa palabra’ con este tema. Representantes como la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) prefieren no valorar qué supondría y cuánto costaría una cadena pública de supermercados. No obstante, reciente informe de McKinsey que comparte en su web valora el negocio de la distribución de alimentación en España en 83.000 millones de euros.
Si solo se cuenta el 25% que controla Mercadona, la cifra rondaría los 20.750 millones de euros. Para hacerse una idea de cuánto vale una compañía como la valenciana, también se puede comparar con sus competidores que cotizan en Bolsa. Como publicó Cinco Días, el valor bursátil de la empresa de Juan Roig se situaría entre los 17.300 millones y los 20.000 millones de euros.
De Mercadona a Endesa
La idea de una eléctrica pública por parte de Unidas Podemos no es nueva. La propuesta surge de forma recurrente cuando los precios suben o se acerca una campaña electoral. “La estructura de propiedad no es determinante a la hora de fijar los precios en el mercado”, comentan desde la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (aelēc), la asociación.
“De hecho, el ejemplo lo tenemos ahora mismo en Europa donde hay empresas con participación pública y empresas privadas y los precios son similares a los que tenemos aquí en nuestro país. Por tanto, el hecho de que la generación esté en manos públicas o privadas no es significativo”, apuntan desde esta asociación que integra a Iberdrola, Endesa y EDP.
Endesa vale 21.490 millones de euros en Bolsa, actualmente. Un 70% está en manos de la eléctrica italiana Enel, un 23,6% en manos del Estado italiano. Endesa fue pública hasta 1988. Su negocio está concentrado en España, con presencia también en Portugal, y cuenta con negocio en la generación, distribución y comercialización de electricidad. Un modelo de negocio que le encajaría a Podemos para controlar todo el sistema eléctrico.
El ejemplo lo tenemos ahora mismo en Europa donde hay empresas con participación pública y empresas privadas y los precios son similares a los que tenemos aquí en nuestro país"aelēc
“El sistema eléctrico funciona a partir de las normas establecidas en las distintas Directivas europeas en las que se establece que la mejor forma de garantizar a los europeos un suministro eficiente es mediante el uso de mecanismos de mercado. Estas normas de funcionamiento han sido aprobadas por todos los países, por el Parlamento Europeo y por la Comisión Europea, y deben respetarse si queremos alcanzar los objetivos de descarbonización que nos hemos fijado para 2050 y para los que hace falta una inversión que sólo en nuestro país en renovables y hasta 2030 será de 90.000 millones de euros”, explican desde aelēc.
No resuelve el problema
España tiene ya compañías energéticas con participación pública como son los operadores de las redes de transporte de gas y de electricidad. Es el caso de Red Eléctrica, con un valor de mercado de 8.800 millones y un 20% del Estado, y Enagás, con una capitalización de 4.750 millones de euros y un 5% público. “No por ello pagamos menos por sus infraestructuras de lo que se hace en otros países de nuestro entorno”, explican desde el sector.
“Se debe evitar confundir al ciudadano haciéndole creer que con una empresa pública se pueden intervenir los precios y fijarlos artificialmente. El coste de los combustibles se fija en un entorno internacional, así como el coste de las tecnologías renovables también es bastante similar en todos los países porque hablamos de tecnologías maduras”, recuerdan desde aelēc. “Por tanto, el Estado puede constituir una empresa pública si lo considera oportuno, pero, sin duda, no resuelve el problema en el que nos encontramos actualmente”, concluyen.
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