La zozobra que ha sacudido al Ibex durante las últimas semanas ha tenido como protagonista a Grecia, cuya eterno juego de llevar hasta el último minuto las negociaciones con la troika han provocado que el índice español haya reducido las ganancias del primer semestre al 5%. Los bancos, que cuentan con un gran peso en el selectivo, no han sido ajenos a las ventas producidas en la bolsa española. Justo estos días atrás, la banca ha perdido casi 10.500 millones de euros de capitalización, a pesar de no ser los valores más castigados.
Precisamente el miércoles la agencia de calificación Moody's realizaba una revisión al alza de la nota crediticia de las principales entidades financieras, al tener en cuenta los nuevos criterios europeos de reestructuración, que garantiza la asistencia a los grupos considerados sistémicos en caso de crisis. Esto ha permitido que grupos como Santander hayan mejorado su nota de estable a positiva, al igual que BBVA.
La percepción de cierto riesgo que aún pesa sobre la economía española ha impedido que la revalorización de la bolsa haya ido en paralelo al resto de parqués europeos.
Con esta nueva fotografía, y después del recorrido que han soportado las entidades durante los últimos años hasta superar con éxito los test de estrés, muchos gestores han reconsiderado su estrategia respecto al sector financiero, que se convierte en uno de los favoritos para aprovechar el crecimiento de la economía española, junto a las socimis. Los fondos de bolsa española, sobre todo los más pegados a la evolución del Ibex, han experimentado durante los últimos meses un mayor peso de los bancos en cartera.
La percepción de cierto riesgo que aún pesa sobre la economía española ha impedido que la revalorización de la bolsa haya ido en paralelo al resto de parqués europeos, algo que ha dejado rezagados a los valores financieros, azuzados por los miedos de los inversores sobre Grecia y la presión sobre los márgenes de negocio de las entidades.
José Ramón Iturriaga, gestor del Okavango Delta, de Abante, que apuesta por Bankinter, CaixaBank, BBVA, Bankia, Sabadell y Popular, y las aseguradoras Mapfre y Catalana Occidente, aseguraba recientemente que “la razón de esta infravaloración sectorial y de que su cotización esté por debajo del valor en libros es claramente que la percepción del riesgo en Europa no se ha terminado de normalizar, algo que acabará sucediendo".
Otros gestores se han mostrado más cautos, como en Gesconsult, donde se han deshecho de todas las posiciones en bancos precisamente para evitar los vaivenes de un sector que no termina de despejar del todo sus dudas. O en Magallanes Value Investors, que no apuestan por un sector que, a su juicio, obtienen la mayor parte de su beneficio de un segmento que no es el central de las entidades financieras, como las carteras de bonos.
Pero no son pocos los gestores que están incrementado sus posiciones en la banca española porque consideran que las menores provisiones que deben realizar y el incremento del volumen crediticio son factores propicios para la evolución positiva del sector. De hecho, algunas firmas están apostando por la recuperación del sector inmobiliario en España a través de sus posiciones en ciertas entidades, como Popular, CaixaBank o Sabadell.
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