Banco de Valencia, entidad nacionalizada y adjudicada recientemente a Caixabank por el precio simbólico de un euro, se convirtió ayer en una de las estrellas de la sesión al anotarse una subida del 7,6%. El banco pasará a integrarse en la entidad catalana una vez quede libre de cargas y reciba 4.500 millones de euros del rescate europeo. Un proceso que dejará a los accionistas actuales con una inversión sin valor. El FROB ya avisó al anunciar el plan de resolución que antes de la recapitalización “los accionistas actuales soportarán las pérdidas en las que haya incurrido la entidad”. Una amenaza que no impidió que ayer los especuladores buscaran hacer negocio con la compra y venta de títulos.
“No veo mucha explicación a la subida. La acción vale cero pero en estos niveles hay operadores que se divierten especulando”, comenta Luis Benguerel, de Interbrokers. “Teóricamente vale cero y no encuentro lógica a la subida más allá de la especulación. Puede haber quien tenga la esperanza de que no se elimine por completo el valor”, coincide Nicolás López, director de análisis de M&G Valores.
El precio irrisorio que han alcanzado los títulos de Banco de Valencia (ayer cerraron a 0,113 euros) permite que con poco dinero se puedan generar importantes oscilaciones en el precio. Así, algunos inversores optaron por entrar en el valor ayer con la esperanza de vender los títulos una vez se revalorizaran unos céntimos de euro. Una situación que provocó que con la negociación de 744 millones de euros, los títulos se revalorizaran un 7,6% y se anotaran así uno de los avances más destacados en un día en el que el Ibex se anotó un tímido 0,17%. Eso sí, la acción sigue lejos del valor que tenía antes de caer el 24% el pasado viernes tras conocerse el plan de recapitalización de la entidad y en el año pierde más del 80% de su valor.
El Banco de España ha encargado un análisis de las cuentas de la entidad a una auditora. Posteriormente tres valoradores independientes determinarán cuánto vale el grupo, lo que ayudará a establecer la participación que controlará el FROB una vez inyecte los fondos públicos. Banco de Valencia tiene una capitalización de unos 600 millones pero su valoración puede resultar siendo muy inferior una vez se tengan en cuenta las provisiones y las pérdidas esperadas. No se descarta que tenga fondos propios negativos.
Los accionistas de Banco de Valencia afrontan así un panorama sombrío, tal y como refleja el precio de la acción. En el caso de Bankia, otra entidad también pendiente de recibir fondos públicos para su recapitalización y en una situación similar, el miedo de los accionistas a perder la totalidad de su inversión también ha provocado fuertes ventas. El viernes perdió un 25% y lunes otro 7% el lunes antes de rebotar el 6,43% ayer para situarse en 0,71 euros. Un rebote que los expertos también achacaron ayer a la especulación, a la espera de conocer los términos de la ampliación de capital que forma parte de su plan de recapitalización.
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