Los mercados españoles han cerrado con un leve descenso, en medio de una enorme tensión, ante una nueva reunión crucial del Eurogrupo, en la que deberían conocerse detalles concretos del rescate bancario a España y la reacción de los socios europeos ante la mala evolución del déficit. De momento, el bono a 10 años está por encima del 7%, pero el miedo se palpa. Bastaría cualquier motivo para un nuevo descalabro.
El índice Ibex finalizó en 6.688,30 puntos, un 0,75% a la baja, aunque los mínimos del día estuvieron 100 puntos por debajo. Las pérdidas estuvieron bien repartidas y no fueron excesivas, considerando el contexto actual, que hace que se considere aceptable lo que antes era grave. Sólo Red Eléctrica y Sacyr superaron el 2% a la baja. En el lado contrario, 8 valores acabaron en positivo dentro del índice. En deuda, el 10 años finalizó en el 7,06%, desde el 6,96% de cierre de la pasada semana. La prima de riesgo se amplió hasta 576 puntos, entre otras cosas porque Alemania tiene su activo de referencia con mismo vencimiento en el 1,32%.
En el resto de plazas, Londres se dejaba un 0,62%, mientras París y Frankfurt caían un 0,3%. Camino opuesto seguía Milán, la única bolsa de relevancia en la Eurozona con avances, del 0,5%. Las recientes medidas de recorte de Mario Monti parecen haber tenido un efecto balsámico en su renta variable, aunque no en la fija, ya que su bono cedió posiciones en proporción similar al español.
Pese a la tensión, el mercado ha respirado algo al saber que a España se le dará un año más, hasta 2014, para cumplir con los objetivos de déficit fiscal de la Unión Europea, y que la nueva cifra establecida para 2012 será del 6,3% del PIB, un punto más que el que había hasta ahora, en la reunión que celebran este lunes los ministros de Economía de la zona euro.
Así, la prueba de fuego se cocerá después del cierre de los mercados, cuando los ministros de Finanzas de la zona del euro intenten cerrar un acuerdo político sobre los términos y las condiciones de la ayuda de hasta 100.000 millones de euros que concederán a España para recapitalizar su banca.
Cualquier noticia decepcionante en este sentido puede ser demoledora para la Bolsa y la deuda doméstica en la apertura de mañana. El Gobierno español no lo tiene nada fácil, ya que se sienta a negociar con la coyuntura económica adversa y un fuerte desvío presupuestario, casi imposible de corregir.
Capítulo aparte merece el euro, que sigue en caída libre. Acabó en 1,2310 dólares con unidad, después de haber perdido la cota de los 1,23 a lo largo del día. Los expertos contemplan una mayor caída aun de la moneda única, hasta más allá de los 1,22, sobre todo ahora que aparecen los síntomas de ralentización económica en Alemania.
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