Los mercados de futuros de electricidad para el año que viene apuntan al alza desde que Mario Draghi saliera a la palestra en defensa de España, lo cual puso sobre la mesa la cuestión de la inevitable reforma energética, cuyo anteproyecto aprobó el pasado 14 de septiembre el Consejo de Ministros tras meses de aplazamientos. Conforme puede verse en el gráfico adjunto, la cotización de los futuros sobre electricidad para el año que viene se ha disparado más del 10% en las últimas semanas, con especial verticalidad tras el anuncio del paquete de medidas fiscales diseñado por el Ejecutivo para frenar el déficit tarifario.
Todo ello en un entorno de caída del consumo: hasta agosto, la demanda eléctrica ha bajado un 1,5%, y no hay visos de recuperación. ¿Qué significa esto? “Pues que los mercados descuentan una subida de costes de generación que será trasladada al consumidor y, por lo tanto, los beneficios de las eléctricas no caerán como se pregona. En definitiva, los costes serán trasladados al consumidor”, comentaban desde una casa de análisis que suministra los datos adjuntos.
La reforma va a quedarse, por ahora, en una batería de nuevos impuestos al sector. Y existe cierto consenso en el sector y entre los analistas en la idea de que, en la mayoría de los casos, esos nuevos gravámenes, que empezarán a aplicarse en 2013, acabarán repercutiéndose a los precios de la electricidad en el mercado mayorista (el denominado pool) a partir del año que viene. Y, con ello, previsiblemente, a la tarifa eléctrica.
Ayer, la Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía afirmaba que la subida de impuestos implicará una inevitable subida del kilovatio hora, y que ello repercutirá no sólo en el cliente industrial sino también en los hogares.
Hoy se celebra la subasta que determinará la revisión de tarifas de octubre y los futuros han cotizado planos en las últimas semanas
De momento, y en lo que respecta a los hogares, hoy tendrá lugar la vigésima subasta de electricidad entre comercializadoras de último recurso (Cesur), cuyo resultado determinará la revisión de la tarifa de último recurso (TUR, a la que están acogidos la mayoría de usuarios domésticos) del próximo trimestre.
En la celebrada en junio, el coste de la energía (que determina casi el 50% de la TUR) repuntó un 9,3%. Como el Gobierno decidió entonces congelar la parte regulada del recibo (los llamados peajes, que suponen el otro 50%), la TUR subió un 4%.
De cara a la Cesur de hoy, los futuros para el cuarto trimestre se han mantenido en las últimas semanas planos con respecto a la puja de junio, o en niveles incluso inferiores. El Gobierno ya ha adelantado que en octubre no subirá los peajes y que la subida de la TUR, de haberla, dependerá del resultado que arroje la subasta.
La repercusión de los impuestos llegará en 2013, cuando estarán en vigor
Otra cosa es el medio plazo, una vez se apruebe en el Congreso el proyecto de ley de Sostenibilidad Energética. Algunas previsiones hablan de una subida superior al 15% en el recibo de la luz para los consumidores en los próximos meses como consecuencia del impuestazo al sector, pero no falta quien contempla incrementos aún mayores.
El Ejecutivo, por su parte, no da por terminada la reforma: tiene pendiente la liberalización de tarifas que exige Bruselas (baraja reducir el umbral de la TUR de los 10 kilovatios actuales a 5 o, incluso, 3), y la titulización de unos 7.000 millones de deuda eléctrica pendiente. Industria tampoco descarta actuar en el sistema de fijación de los precios eléctricos.