Los fondos de inversión monetarios o de dinero, los más conservadores e históricamente unos de los más suscritos por los ahorradores españoles, se están quedando sin activos “de alta calidad crediticia” para invertir. La bajada de rating a España está provocando que las gestoras, poco a poco, comuniquen que ajustan el universo de inversión, hasta la fecha cerrado a emisiones con calificación superior a A. Como ya no hay estos activos, se está procediendo “a ajustar el folleto a la calificación de solvencia que en cada momento tenga el Reino de España”. España está ahora sólo un peldaño por encima del bono basura, con perspectiva negativa.
De hecho, la agencia Moody´s ‘perdonó la vida’ al rating soberano, concediéndole una nueva tregua, cuando el mercado daba por hecho que le iba a retirar el grado de inversión. Pero el Reino de España tiene el grado más bajo posible dentro del investment grade tanto por parte de esta agencia como por Standard & Poor´s. Otras, como Egan Jones, han colocado a nuestra economía varios peldaños por debajo de este umbral.
JP Morgan, Allianz...
Gestoras de firmas como Allianz, JP Morgan, Popular, Banesto… ya han comunicado estos ajustes en los folletos de sus fondos. Todos incluyen en sus reglamentos que invertirán por encima de A, pero no hay ya técnicamente inversores públicos ni privados por encima de dicha calificación.
El ajuste de S&P de la semana pasada a la deuda pública afectó a los bancos, tal como había avisado la agencia. Casi en el acto rebajó numerosas entidades, aunque evitó colocar a ninguna más como bono basura, pese a su advertencia de que habría implicaciones crediticias en varios emisores que estaban sólo un nivel por encima del grado de inversión.
Además, retiró la A a entidades como Santander, Mapfre e incluso las operadoras energéticas como Enagás o Red Eléctrica. Por supuesto, ajustó a la baja a numerosas provincias y corporaciones locales.
Los fondos de dinero no pueden ofrecer ningún día valor liquidativo negativo y se consideran instrumentos tan fiables y líquidos como los depósitos. O más. Los españoles tienen más de 8.000 millones de euros invertidos en ellos y la cifra de titulares supera los 260.000.
A esto, habría que sumar los instrumentos de renta fija y mixtos, aunque esa ya es otra historia. Pero ahora mismo, la situación del mercado impide a las gestoras mantener el espíritu de los folletos iniciales de estos instrumentos.
Tal vez por ello, estén decayendo, claramente en favor de los Garantizados… cuyas estructuras se forman, a su vez, con deuda pública, aunque pueden ser bonos de otros países. En EE UU se está dando un fenómeno curioso: los fondos monetarios están siendo rembolsados, mientras entra dinero en los high yield. Tal vez los inversores prefieran intentar maximizar el retorno, ante una calidad crediticia del activo (presumiblemente) libre de riesgo casi idéntica a la del bono basura.
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