Mercados

Las entidades se vuelcan con las cédulas hipotecarias y emiten 3.500 millones

Las cédulas hipotecarias se han puesto de moda por la incertidumbre sobre otros tipos de emisiones de deuda en el mercado.

Las cédulas hipotecarias han vuelto con fuerza al mercado en las últimas semanas después de un período de relativa calma con este tipo de emisiones. Banco Popular, Bankinter y Bankia han emitido en sendas colocaciones un tercio del total del volumen puesto a disposición de los inversores durante el primer trimestre, que asciende a 10.750 millones de euros.

Las entidades financieras han seguido utilizando los mercados de deuda para captar capital pero el segmento de las cédulas no estaba siendo muy boyante, hasta ahora, frente a otros títulos de renta fija. Durante estos primeros seis meses del año, las entidades han emitido deuda por valor de 14.250 millones de euros, a través de 15 operaciones sindicadas, según recogía el último informe de Société Générale Corporate and Investment Banking.

A las entidades les resulta más fácil emitir cédulas hipotecarias porque los inversores no ven el mismo riesgo que en las de otros títulos

Las emisiones de deuda senior, por valor de 3.250 millones, han sufrido una caída importante respecto al mismo período del año anterior, al igual que ha ocurrido con las emisiones de deuda subordinada, que sumaron 3.750 millones de euros, mientras que de enero a junio de 2014 el volumen colocado fue de 5.500 millones. Los 'covered bonds', por su parte, han sido los grandes protagonistas del semestre, con más de la mitad del total emitido por el conjunto de entidades.

¿Qué ha pasado para que ahora los bancos se decidan a impulsar las cédulas hipotecarias? Las compras que realiza el Banco Central Europeo dentro de su programa de inyección de liquidez ha ayudado a fomentar la colocación de cédulas. Pero sobre todo su reciente auge a las dudas que tiene el mercado sobre cómo computarán en el futuro las emisiones de deuda senior y la subordinada ni el grado de prelación que tendrían respecto a otros títulos en el hipotético caso de que una entidad financiera quiebre, razón por la cual los inversores han desdeñado este clase de papel y los bancos han sido reacios a emitirlo.

Con este panorama, a las entidades les resulta más fácil la emisión de cédulas hipotecarias porque los inversores no ven el mismo riesgo que en las otros títulos hasta que se aclara la normativa al respecto.

Y es que en un momento en que los inversores institucionales están apostando por la recuperación del ladrillo a través de numerosos vehículos, como las socimis, y que muchas firmas de inversión han creado o están creando sus propias divisiones de inversión inmobiliaria, todo lo relacionado con este segmento se ha vuelto a poner de moda. Y las cédulas hipotecarias entran en este saco, por el respaldo que encuentran en el mercado.

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