La Bolsa se hundió ayer un 2,45%, siendo con mucha diferencia la peor plaza de toda la Eurozona. El mercado fue penalizado de manera muy concreta y sus pérdidas aumentaron conforme los titulares de la prensa internacional apuntaban al presidente de España por su presunta involucración en un caso de cobros indebidos. De esta manera, el Ibex 35 finalizaba en mínimos del día, 8.362 puntos. Despedía enero con un repunte del 2,3%, aunque lejos de sus máximos.
Pese a que los resultados de Santander lastraron de inicio los mercados, lo cierto es que no fueron el motivo principal. La entidad que preside Emilio Botín cedió un 3,45% al cierre, por peor que ella quedaron Sacyr, ACS, Sabadell, Indra, Acciona, Mediaset, Caixabank y Abengoa, compañías, por cierto, que tienen una dependencia importante de decisiones estatales.
En deuda, la jornada fue plácida en general, aunque el bono español se mantiene en el 5,19%, una zona algo alejada de la euforia de inicios de año. La prima de riesgo quedó en 350 puntos.
La gravísima crisis que atraviesa el Gobierno y el PP, que forzó la aparición urgente de la secretaria general del Partido así como la convocatoria por parte de Mariano Rajoy de una ejecutiva urgente, es un lastre para la recuperación y la marca España.
Mal gobierno
Los inversores internacionales han sido críticos siempre con el buen gobierno corporativo de las compañías españolas por distintos motivos y todavía verán con peores ojos esta inestabilidad institucional generalizada, con miembros de la familia Real bajo fianza, malas prácticas generalizadas en la banca, y corrupción total en los partidos políticos.
Cada vez se escucha a más gestores recomendar compañías españolas con mucha presencia externa y el menor contacto posible con el estado. Empresas como Inditex, Técnicas Reunidas o Grifols, en contraposición a energéticas, constructoras, operadoras de infraestructuras o, por supuesto, banca.
Sin ir más lejos, el mejor fondo de renta variable española del pasado año, EDM Inversión, señala en una carta de su gestor que sus principales apuestas son las tres empresas citadas anteriormente.
Los gestores de esta firma acuñan de manera elegante el término decoupling, que permite discriminar compañías buenas de las malas. Aunque no entra en consideraciones políticas, la buena gobernanza es algo que los mercados miden y tien un claro impacto a largo plazo. Si identifican realmente a España como un país corrupto y con riesgo de arbitrariedades jurídicas, la recuperación económica será inviable. El Ibex fue señalado vergonzantemente ayer por los mercados, de la misma manera que ocurrió hace unos meses con la Italia de Berlusconi.
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