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Los inversores no se fían de las encuestas: temen a Iglesias y los pactos postelectorales

La posibilidad de que la formación de Pablo Iglesias llegue al gobierno en coalición con otras fuerzas de izquierda se ha convertido en un tema de preocupación para los inversores internacionales por el cambio en las reformas que conllevaría.

A pesar del pinchazo que muestran las encuestas, reconocido por sus propios dirigentes, Podemos sigue inquietando a los inversores internacionales. No se trata del mismo temor que surgió cuando obtuvo cinco escaños en el Parlamento Europeo en mayo de 2014, cuando los países del sur de Europa, especialmente Grecia, seguían siendo titulares de los informativos y cualquier deriva populista por contagio en una economía del peso de España en el PIB europeo creaba una expectación tensa.

Ahora que el asunto heleno parece encarrilado definitivamente, paradójicamente con el gobierno del  'extremista' de izquierdas Tsipras; que en Italia se han producido ciertas reformas políticas y económicas para superar años de parálisis y que España es el país de la UE que más crecimiento está teniendo junto con Alemania, superando el negro augurio de hace tres años del rescate total de su economía, las próximas elecciones generales se han convertido en el nuevo barómetro de los inversores para determinar si se puede producir un cambio en este proceso de recuperación europeo.

En los encuentros más formales se empezó a incluir en la agenda del día un apartado específico sobre la política española

Pese a la persistencia machacona del tema de Cataluña durante la última legislatura en la política nacional, las grandes firmas de análisis y los bancos de inversión no consideran que se vaya a producir una declaración unilateral de independencia de esta comunidad autónoma, aunque han advertido de las consecuencias que tendría sobre la economía afrontar un lance de este tipo.

Lo que realmente sigue inquietando a los inversores internacionales es la composición final de las Cortes Generales, una vez que se conozcan los resultados de los votos. Lo cuentan los responsables de varios fondos de inversión españoles que han mantenido reuniones durante las últimas semanas con inversores profesionales de las plazas financieras más importantes de Europa, como Londres o París. No tanto porque estos inversores crean que Podemos puede alcanzar un número amplio de escaños, sino por cómo pueda ser de decisivo para posibles pactos postelectorales entre las fuerzas de centro izquierda y desarmar el proceso de reformas emprendidas por el gobierno de Rajoy.

Desde que la formación de Pablo Iglesias logró acceder con cinco escaños al parlamento europeo, las miradas de los inversores se centraron en Podemos, hasta el punto de que en los encuentros más formales se empezó a incluir en la agenda del día un apartado específico sobre la política española. Ya no solo participaban profesionales del mundo financiero o de la industria de inversión. Cada vez ha sido más habitual invitar a expertos de escuelas de negocios o de la Universidad para que explicaran cómo se había formado este fenómeno populista y cómo podía influir en el futuro en la gobernabilidad. Y ya no existe jornada de trabajo que no incluya una sesión al respecto.

Lo que preocupa ahora es que el acceso al poder de Podemos en coalición con otras fuerzas de izquierda se convierta en un nuevo reclamo en otros países europeos cuyas economías todavía necesitan las recetas de la austeridad fiscal

Las pasadas elecciones municipales y autonómicas pusieron de manifiesto que su capacidad de acceder al poder era real, sobre todo por las alianzas entre diferentes fuerzas de izquierda, como ocurrió con los gobiernos autonómicos de Aragón, Comunidad Valenciana, Extremadura y Castilla-La Mancha. Un aviso para navegantes que los inversores internacionales no han pasado por alto, situando esta preocupación incluso por encima del problema catalán.

Pese a que en las últimas semanas el fenómeno de Ciudadanos parecía haber eclipsado a la formación morada del círculo, con un auge visible en las encuestas, en los encuentros más informales entre los gestores de fondos y sus clientes el tema que sale a relucir es qué pasa con Podemos y su capacidad de recuperar puestos entre las preferencias de los electores.

En un momento en que parecía que España podía contagiarse del populismo de partidos como el griego Syriza, lo que preocupa ahora es justo lo contrario, que el acceso al poder de Podemos en coalición con otras fuerzas de izquierda se convierta en un nuevo reclamo en otros países europeos cuyas economías todavía necesitan las recetas de la austeridad fiscal para enderezar sus cuentas públicas. Y los inversores no dejan de preguntar cada vez que tienen una oportunidad sobre la visión que tiene su interlocutor sobre este asunto.

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