Los tipos del mercado secundario a 12 y 18 meses están por encima del 4,50% después de unas sesiones de infarto que han llevado a la prima de riesgo a niveles inéditos desde 1996. Hoy se espera una subasta de Letras que puede resolverse con rentabilidades en el entorno del 5%, o superiores. La cifra sería preocupante, si no fuera por que el importe previsto anunciado por el Tesoro ayer fue de 2.000-3.000 millones. Y todavía podrían colocar menos en bonos pasado mañana, si las cosas siguen igual de feas. Tamaños irrelevantes; que rozan lo cómico casi para un Estado con un PIB de un billón de euros.
“Lo importante es no dejar las subastas desiertas y lanzar el mensaje de que sigue habiendo acceso a los mercados”, comentaba ayer un operador de bonos. Según consultaba unas pantallas, confirmaba que los plazos a 12 y 18 meses fijaban unos tipos del 4,50% y 4,60% respectivamente.
Eso hace prever una subasta que “tranquilamente se puede resolver en el entorno del 5%”. Una cifra demoledora e insostenible, por lo que el Tesoro colocará cifras meramente testimoniales. Semejantes importes hacen que la colocación sea vista por los expertos como un mero trámite.
Ayer, la prima de riesgo finalizó en el entorno de los 575 puntos básicos y la rentabilidad de referencia tocoó el 7,15%. Unas cotas de país rescatado, ya que España está a sólo 100 puntos de Irlanda y a 350 de Portugal. Estos márgenes se están reduciendo por momentos, mientras se amplían los de Alemania.
En el tramo corto, los plazos también están muy elevados, lo que complica la financiación del Tesoro, aunque no es esta subasta la que vaya a poner en peligro las cuentas del Estado. Algo más indicativa será la de bonos a dos, tres y cinco años de este jueves, aunque también colocará muy poco, tal vez menos que en Letras.
“Sin duda, los grandes bancos tendrán el encargo tácito de captar cada uno algunos cientos de millones”, comentaban desde una entidad inmersa en un proceso de fusión. "No es un mal negocio para ellos", dado la alta remuneración y el corto plazo al que vencen los activos. De hecho, gran parte de la liquidez obtenida con el LTRO (Long Term Refinancing Operation) fue dedicada a este arbitraje, mediante el que se coloca el dinero prestado por el Banco Central Europeo (BCE) al 1% y a 36 meses en activos con tipos más altos y plazos más cortos (como las Letras). El diferencial obtenido es beneficio en vena para las entidades financieras.
Rentable para el particular
Asimismo, las colocaciones de Letras como la prevista para hoy son un negocio más que atractivo para el particular, ya que le permite acceder a activos con un retorno incluso superior al de los depósitos de alta remuneración, con un vencimiento corto y la garantía del Estado. Nadie da más.
Sólo deberá vencer la resistencia de su entidad financiera, que nunca se las ofrecerá de manera proactiva y si recibe la orden de compra, aplicará una alta comisión. Las Letras son vistas con malos ojos por los bancos si son para sus clientes, ya que si estos las quieren, utilizarán dinero colocado en depósitos para adquirirlas.
El particular puede adquirir estos activos a través de la página web del Tesoro, pero precisará de DNI electrónico, lo que supone una fuerte criba para inversores no avezados. Sin duda, sería una gran cosa para el Estado que la ciudadanía fuera capaz de ser una parte activa en su financiación, aunque con más de 5 millones de parados no parece fácil que haya mucho ahorro disponobles para ello.
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