El Tesoro Público ha captado 4.700 millones de euros con una macrosubasta que ha superado el objetivo de subastar 4.500 euros. La demanda de la deuda española ha sido fuerte, con el señuelo del nuevo bono a 20 años, pues no se subastaba papel por encima de 10 años desde julio de 2011.
Primera con Obama de presidente
Ésta ha sido primera emisión que realiza el Tesoro tras la reelección de Barak Obama en EE.UU y después de conocer las últimas previsiones económicas de la Comisión Europea, que plantean cifras más pesimistas que el Gobierno y auguran que España no cumplirá los objetivos de déficit.
En esos meses, la prima de riesgo rondaba los 320 puntos básicos, aunque tras el verano de 2011 rozó máximos que forzaron la intervención del Banco Central Europeo (BCE) con el anuncio de subastas de liquidez para rebajar la tensión sobre la deuda de países periféricos.
El panorama económico ha cambiado considerablemente desde entonces, aunque la prima de riesgo se sitúa ahora 100 puntos por encima del nivel de julio del año pasado, al moverse en el entorno de los 430 puntos.
A lo largo de 2012, la prima de riesgo ha vuelto a marcar máximos y ha llegado incluso a superar la barrera de los 600 puntos. De hecho, las tensiones en los mercados forzaron al Gobierno español a pedir ayuda para sanear la banca y a aprobar numerosos ajustes a cambio.
Pese al rescate de la banca, las tensiones siguieron aumentando y forzaron al BCE a anunciar un programa de compra de bonos en el mercado secundario para generar cierta calma entre los inversores, que ahora esperan pacientes y sin grandes sobresaltos la petición de ayuda por parte de España.
El rescate, más tarde
De hecho, el alivio que ha proporcionado el BCE a España está retrasando el rescate, que puede que no se solicite hasta el año que viene, al tiempo que ha garantizado el éxito de las últimas subastas del Tesoro, que ya ha colocado el 96% de la deuda a medio y largo plazo que tenía previsto emitir en 2012.
Así, el organismo ha decidido aprovechar el bálsamo del BCE para vender bonos a 20 años a los inversores, un papel poco habitual en su cartera. De hecho, sí vendió entre 1998 y 2011 obligaciones a 30 años, aunque optó por centrarse en el corto plazo durante los meses más duros de la crisis.
En cualquier caso, la mayor apuesta del organismo el próximo jueves será en bonos a 5 años, ya que centrará gran parte de la emisión en este tipo de papel, que suele tener buena acogida entre los inversores.
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