La crisis de Espirito Santo ha penalizado a la banca española, excepto a Bankinter. Las entidades españolas han perdido en Bolsa 11.000 millones de euros, pero no por un riesgo de contagio con el banco luso, sino por el temor a que también tengan ocultas algunas sorpresas y se vean obligadas a reforzar capital, con el consiguiente castigo para el accionista. Será el Banco Central Europeo (BCE) quien tenga la última palabra en esto, aunque se da por hecho que prácticamente todas las entidades están estudiando la posibilidad de reforzar capital.
Desde finales de junio, Banco Popular se ha dejado un 11,6% en Bolsa, que suponen unos 1.000 millones de euros menos en capitalización. Casi lo mismo le ha ocurrido a Sabadell, con un 10,8% de caída y otros 1.000 millones de adelgazamiento. CaixaBank, por su lado, ha caído un 7,3% y se ha dejado 1.850 millones por el camino.
Más suaves han sido las caídas de Santander (-5,2% y 4.700 millones), BBVA (-7,5% y 4.100 millones) o Bankia (-2,8% y 481 millones).
En total, casi 13.000 millones, teniendo en cuenta los 181 millones que ha mejorado Bankinter, que en este mes y medio se ha revalorizado un 3,5%.
Su definitivo posicionamiento como private bank le está evitando muchos sobresaltos.
Bajo la mirada del mercado
La banca vuelve a estar bajo la mirada atenta del mercado, después de una larga temporada en la que han sido un sector estelar.
La crisis del Espirito Santo, cuyas primeras alertas comenzaron a escucharse a finales de junio, han sembrado las primeras inquietudes.
No por riesgo de contagio con la entidad lusa, ya que nadie tiene una gran exposición a la firma del país vecino, salvo algunos fondos y sicavs con acciones y bonos, que ya han aflorado sus posiciones.
La debilidad bursátil llega por los test de stress y las advertencias del BCE de que no tolerará activos en los balances a precios excesivamente altos.
Y si los encuentra, podría obligar a reformular las cuentas, lo que tendría un impacto demoledor en los afectados y también en el resto del sector.
Así, se prevé que varias entidades españolas apelarán al mercado para reforzar su capital y salir indemne de los AQR (Asset Qualitu Review).
El caso es que, de momento, la banca ha adelgazado en 13.000 millones de euros o lo que es lo mismo: todo el tamaño de Bankia.
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