El preacuerdo para renovar el convenio alcanzado la semana pasada entre la mayoría sindical y la dirección de la planta de Mercedes en Vitoria no evitó que la huelga convocada por el resto de centrales, ELA, LAB y ESK, paralizara la producción de esta factoría el jueves y viernes pasado al ser secundada por el 95% de la plantilla.
El preacuerdo alcanzado entre UGT, CCOO, Ekintza y PIM, incluye una paga de 4.000 euros brutos no acumulable correspondiente a 2021, un incremento salarial del 6% este año y subidas del 2,25% desde 2023 hasta 2026, así como otras mejoras económicas y de la organización del trabajo. ELA, LAB y ESK se han opuesto a esta oferta porque no incluye subidas salariales equivalentes al IPC.
Si se hace efectivo el acuerdo en la votación del próximo lunes, quedaría garantizada la inversión de 1.200 millones de euros que anunció la compañía, lo que permitiría modernizar las instalaciones de Vitoria y duplicar su capacidad de producción, según ha asegurado la dirección. Pero a juicio de estos sindicatos, el "éxito" de los paros de la semana pasada augura que será rechazado mayoritariamente.
No es de la misma opinión el portavoz de CCOO, Roberto Pastor, quien ha considerado que el parón de la producción en esta nueva jornada de huelga se debe a que "mucha gente no quiere entrar en conflicto con sus compañeros, ni con los piquetes".
En medio de la división sindical se pronunció el director general de la planta de Vitoria, Emilio Titos, para mostrar su confianza en que la plantilla ratificará el nuevo convenio en un ejercicio de responsabilidad. "Son conscientes de que tienen su futuro en sus manos", ha opinado.
35.000 empleos pendientes
El peor de los escenarios para la dirección sería el "no" de los trabajadores, porque supondría "claramente una apuesta hacia el precipicio y el inicio del fin del crecimiento de esta fábrica", la mayor del País Vasco, con 5.000 trabajadores directos y 30.000 indirectos.
"Es un acuerdo positivo porque habilita que la fábrica pueda seguir construyendo su futuro y que las inversiones autorizadas se lleven a cabo", ha subrayado Titos en referencia a los 1.200 millones de euros anunciados por la multinacional alemana para modernizar las instalaciones de Vitoria y duplicar su capacidad de producción.
Además, ha insistido en que facilitaría "seguir consolidando el empleo y crear nuevo" y que la factoría de la capital alavesa "siga siendo una empresa tractora y líder en tecnologías aplicadas".
El lehendakari, Iñigo Urkullu, que, a principios de mes, se entrevistó en Stuttgart (Alemania) con los responsables de la multinacional germana, también se ha pronunciado sobre el preacuerdo en su visita a una fábrica en Elgoibar (Gipuzkoa). Ha dicho que es un "motivo de felicitación" por lo que significa para la propia planta y también "para el trabajo indirecto y para muchas otras empresas, más de 400 vinculadas a Mercedes-Benz en Vitoria".
Hasta la decisiva votación del lunes, la planta vitoriana suma ya nueve jornadas de huelga convocadas por ELA, LAB y ESK, siendo el pasado viernes la tercera tras el preacuerdo de convenio alcanzado entre la dirección y la mayoría sindical.
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