El Banco Santander se ha cansado de Ismael Clemente y su gestión de Merlin Properties. El banco presidido por Ana Botín y representado en la inmobiliaria por su presidente no ejecutivo Javier García Carranza quiere que cambien muchas cosas dentro de la socimi, empezando por los altos sueldos del CEO y su cúpula y la retribución de los accionistas, según fuentes consultadas por Vozpópuli.
De momento, el directivo ha logrado superar su primera prueba de fuego, tras lograr una tregua del consejo de administración. El problema es que la relación entre el propio García Carranza -en Merlin desde 2017-, y Clemente lleva ya tiempo deteriorada, con posiciones encontradas sobre el rumbo que debe tomar la compañía cotizada en el Ibex que habrían llegado al plano de lo personal.
A principios de este 2021, la interacción empezó a volverse tormentosa. En los últimos meses, se evidenciaron medidas del representante del Santander dirigidas a restar competencias a Clemente sobre endeudamiento y proyectos futuros.
Carranza no ve con buenos ojos que el consejero delegado cuente con un sueldo multimillonario, al que se le aplica un bonus elevado y que se extiende a parte de la cúpula de la empresa. Asimismo, el Santander considera insuficiente que, tras la vuelta al dividendo, éste haya sido de sólo 0,40 euros por acción, con un reparto inmediato de 0,15 euros, sobre las cuentas de 2021.
El 'leit motiv' de los salarios en Merlin
Los salarios de Merlin han estado en el punto de mira de los accionistas desde hace varios años. En 2019, por tercer año consecutivo, la votación consultiva de su Informe Anual sobre Remuneraciones recibió más de un 40% de votos en contra. Paradójicamente, en esta última ocasión Banco Santander votó a favor.
En el último año prepandemia, Clemente se embolsó 8,7 millones de euros, en un ejercicio en el que la socimi mejoró su beneficio un 9,2% hasta alcanzar unas ganancias de 313 millones de euros.
Por poner en contexto esta cifra, en el mismo ejercicio, el Santander ganó 6.515 millones de euros, un 35% más y Ana Botín se ingresó 9,9 millones tras recortarse un 12% el sueldo variable por la incertidumbre económica.
Cabe señalar que, en 2020, Ismael Clemente solo cobró un millón de euros después de posponerse la implementación de incentivos a largo plazo y renunciar a sus incentivos a corto plazo conocidos como STIP.
Nuevo frente inminente
El principal accionista de Merlin es el propio banco con el 22% del capital, seguido del empresario Manuel Lao (exdueño de los casinos Cirsa) con más de un 6% y el fondo BlackRock, con cerca de un 4%. El 70% del capital restante se reparte entre accionistas minoritarios.
A lo largo de este lunes, Carranza se ha topado con la oposición de todo el equipo directivo y 185 empleados de la inmobiliaria, y la división de los minoritarios, pero difícilmente la situación quede ahí. Por lo pronto, el representante del Santander y Clemente han pactado por "unanimidad" iniciar "un proceso de reforma de la gobernanza", pero sin precisar medidas concretas que supongan en lo inmediato excluir a alguno de los implicados.
En otro frente inminente, la socimi del Ibex está a la espera de novedades judiciales sobre el reparto de poder en el que es su principal proyecto de futuro, Madrid Nuevo Norte. Se espera que en las próximas semanas haya novedades sobre el proceso de arbitraje que enfrenta a Merlin con el principal accionista de la promotora de MNN, el BBVA.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación