Los trabajadores del Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE, el antiguo Inem) se han ofrecido a ampliar su jornada y trabajar por las tardes para sacar adelante expedientes que tienen acumulados, pero el Ministerio de Trabajo no se lo ha permitido a pesar de la situación colapso.
La cartera que dirige Yolanda Díaz, que no ha dado respuesta a este medio sobre las razones de esta negativa, alega necesidad de contención de gasto, según los trabajadores del SEPE consultados por este periódico. Lo que pedían, trabajar por la tarde, es algo que sí se ha permitido en la Tesorería General de la Seguridad Social o en el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
"Lo que hemos pedido es que la jornada de tarde fuera universal y voluntaria para toda la plantilla, pero no lo conceden y es inexplicable. Esto es como la vacunación, si solo vacunas por la mañana tardarás mucho más tiempo, pues es lo mismo con la gestión de las prestaciones. Si queremos trabajar por la tarde y no nos lo permiten tardaremos mucho más tiempo en sacar adelante el volumen de trabajo", lamenta Manuel Galdeano, coordinador nacional del sindicato de empleados públicos CSIF en el SEPE, en conversación con Vozpópuli.
Hasta la fecha, los empleados del SEPE no han conseguido el visto bueno a esta petición, a pesar de que se siguen acumulando los retrasos en la tramitación de las prestaciones y de que hay oficinas en las que las citas se están dando con un retraso de tres meses.
Sus ordenadores tienen 35 años
Además de quejarse porque no les dejan trabajar más horas, los empleados del SEPE también denuncian que sus equipos informáticos están obsoletos y que no cuentan con las herramientas necesarias para trabajar de forma eficiente.
"Necesitamos un apoyo decidido en inversión tecnológica, las aplicaciones y sistemas con los que trabajamos tienen de media 30 años, ¿cómo no va a haber incidencias?", lamenta Galdeano.
Los empleados del antiguo Inem confían en que el Ejecutivo destine parte de los fondos europeos preservados para la digitalización de la Administración a modernizar el SEPE, pero advierten de que las soluciones se necesitan de forma inmediata y que no se puede esperar. "El problema existe ahora, los parados tienen que cobrar ya", insisten.
A los problemas técnicos y de falta de tiempo se suma el déficit de personal que tiene el organismo. El SEPE ha pedido que se haga una oferta de empleo público "extraordinaria y específica" para poder reponer los 3.400 efectivos perdidos en los últimos años, algo que consideran necesario teniendo en cuenta que el impacto de la pandemia en el empleo durará este año y el próximo, como mínimo.
Descartan hacer una huelga
Pese a que la situación es complicada, los empleados del SEPE descartan, en general, ir a una huelga. Es algo que ha propuesto el sindicato Unión Sindical Obrera (USO) -que cuenta con 170 delegados en la Administración General del Estado, 14 de ellos en el SEPE- y que quiere una huelga para protestar por la situación.
"Los trabajadores golpeados por la lacra del desempleo no pueden ser los pagadores de la situación en la que estamos. Nosotros respetamos la acción de cualquier sindicato, pero creemos que ya llegará el momento de exigir responsabilidades en toda esta gestión. Ahora mismo no toca, porque la ciudadanía no lo entendería. El SEPE está haciendo una labor titánica para dar la máxima cobertura posible a la mayor parte de las personas", señala Galdeano.