Los principales empresarios del país se reunieron este martes en secreto con la ministra de Empleo, Fátima Báñez, al objeto de evaluar la reforma laboral. El Consejo Empresarial para la Competitividad, el lobby que aglutina a las 17 mayores empresas del país, trasladó a la titular de Trabajo un documento con sus propuestas de retoques, justo cuando arrecian las presiones de Bruselas para darle una nueva vuelta de tuerca al mercado de trabajo y dos días antes de que el presidente Rajoy reciba a la patronal y los sindicatos en la Moncloa.
Durante un encuentro de trabajo y un posterior almuerzo de carácter estrictamente confidencial en la sede de Telefónica, los empresarios manifestaron a la ministra su satisfacción con la reforma laboral. La calificaron como la principal medida adoptada en esta legislatura y valoraron muy positivamente el margen que ha brindado a las empresas para poder adoptar decisiones. Los jefes de las compañías españolas más señeras también destacaron que la nueva legislación del mercado de trabajo había experimentado una gran acogida en el exterior.
No obstante, el lobby empresarial liderado por César Alierta solicitó a la ministra algunos remates técnicos a la reforma. Demandaron una mayor flexibilidad, un descuelgue de los convenios más efectivo, facilidades para la contratación parcial, la simplificación de contratos y la desjudicialización de los despidos.
Una de las principales quejas en el mundillo empresarial respecto a la reforma laboral estriba en que los jueces han anulado bastantes despidos colectivos por meros defectos de forma.
La ministra Báñez agradeció a los líderes empresariales cómo se habían involucrado en el último roadshow para defender la economía española entre los inversores internacionales y animó a que se estrechasen este tipo de colaboraciones. Al ser preguntada por los sindicatos, la titular de Empleo se mostró razonablemente optimista respecto a las posibilidades de llegar a acuerdos con las centrales.
Este encuentro a solas con los próceres empresariales subraya una vez más la erosión que sufre la CEOE como interlocutor institucional y legítimo del Ejecutivo. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ya almorzó en marzo del año pasado con el Consejo de la Competitividad para consensuar las modificaciones al Impuesto de Sociedades.
División por la reforma laboral
Báñez y Montoro se han opuesto a un nuevo apretón a una legislación que consideran adecuada para las necesidades de la economía española. Sin embargo, Bruselas y el ministro de Economía, Luis de Guindos, opinan que se precisa otro ajuste ante la ausencia de resultados palpables en la lucha contra el paro. El comisario Europeo de Empleo, Lászlo Andor, explicó este martes en Madrid que la reforma laboral está sometida a una evaluación continua y que más adelante habrá que aplicar nuevas medidas.
“Hay que atajar la escasa movilidad laboral y la segmentación del mercado de trabajo entre unos temporales desprotegidos y unos indefinidos blindados por su elevada indemnización”, señaló Andor. El informe de la Comisión sobre los desequilibrios económicos excesivos de España ya recomienda que se rebaje aún más la indemnización por despido improcedente y se liguen las ayudas por desempleo a la búsqueda activa de trabajo, entre otras medidas. Pese a lo que afirma el Gabinete de Rajoy, estas recomendaciones tienen luego en los consejos europeos casi el peso de una obligación si se tiene en cuenta que España se ha embolsado un rescate bancario financiado por Europa.
De ahí que una parte del Gobierno defienda que habría que acordar con los sindicatos y la patronal una reforma laboral antes de que la imponga la UE. Mariano Rajoy podrá disponer de los 930 millones en formación que entregará la UE a España para incentivar a los agentes sociales a que, a cambio de estos fondos, aparezcan en la foto y alcancen algunos compromisos, aunque sean de mínimos.
La reforma, a examen
Báñez presentará la semana próxima en el Congreso una valoración de la reforma laboral que vaticina que se podrá generar empleo a partir de un crecimiento en el entorno del 0,9 por ciento, en parte por la migración de la actividad hacia sectores más productivos. La ministra anunciará además que la indemnización media por despido ha caído hasta los 26 días frente a los más de 40 días de antes de la crisis, hecho en buena parte provocado por la eliminación del despido exprés.
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