Economía

El ministro de Fomento ya no decidirá sobre desvíos por carreteras de peaje tras la crisis de la AP-6

Una orden ministerial deja en manos del delegado del Gobierno en las sociedades concesionarias de autopistas de peaje la potestad de desviar vehículos por este tipo de vías en caso de urgencia, una competencia que hasta ahora asumía el ministro

Llegan los primeros cambios normativos en el ámbito de las autopistas de peaje y las situaciones de urgencia tras la situación que se vivió en los primeros días del año en la AP-6, cuando centenares de conductores quedaron atrapados por una copiosa nevada. Una Orden Ministerial aprobada recientemente por Fomento traslada la competencia de desviar el tráfico por una vía de peaje en situación de urgencia al delegado del Gobierno en las sociedades concesionarias de autopistas nacionales de peaje. Una potestad que, hasta ahora, descansaba en el titular del departamento.

La polémica generada por el caos vivido a comienzos de año en la AP-6 se vio incrementada por la resolución de los expedientes sancionadores que Fomento abrió a Abertis por su responsabilidad en la crisis como propietaria de la concesión.

Las cuantías de las sanciones, que en conjunto apenas alcanzarán los 30.000 euros, provocaron un profundo malestar entre la ciudadanía, hasta el punto de que el propio ministro, Íñigo de la Serna, abrió públicamente un debate sobre si sería conveniente endurecer las sanciones contempladas por la Ley, toda vez que la concesionaria había sido multada con la máxima cuantía en varios de los apartados del expediente.

De la Serna quiso así dejar de lado la idea de que el Gobierno había sido condescendiente con la concesionaria "cuando ha sido todo lo contrario". Eso sí, admitió que la normativa es antigua y por eso abrió la puerta a cambios, especialmente en lo que se refiere a las sanciones.

Descarga de responsabilidad

No obstante, por ahora los primeros movimientos están más bien destinados a descargar de responsabilidades al titular de la cartera. En el caso de que se dé una situación de urgencia, como la que se produjo en enero a causa de las fuertes nevadas que cayeron por todo el país, deberá ser el delegado del Gobierno quien decrete si se efectúa un desvío provisional del tráfico desde carreteras del Estado a autopistas de peaje. Una situación que podría derivar precisamente en un colapso como el que se generó en la AP-6.

Precisamente, uno de los motivos que explicaron la situación fue la demora de la Administración a la hora de tomar decisiones, aunque el Gobierno sostuvo que se activaron todos los protocolos y responsabilizó del incidente a la concesionaria por no haber activado los mecanismos necesarios para evitar el caos.

La Orden Ministerial justifica la decisión "con el objetivo de lograr una respuesta y gestión más eficientes en la adopción de estos desvíos, en casos de urgencia".

El colapso de la AP-6 provocó duras críticas al director general de Tráfico, Gregorio Serrano, debido a que se encontraba en Sevilla con motivo de la celebración de la festividad de Reyes. Serrano aseguró ser capaz de llevar a cabo su tarea, como hizo, sin necesidad de estar en Madrid. Similares reproches recayeron en la figura del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. Por su parte, el ministro De la Serna tampoco se libró de las críticas.

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