Economía

Moncloa se marca como objetivo recomponer las relaciones con los inversores judíos en Davos

El Gobierno quiere limar asperezas en el Foro Económico Mundial con fondos internacionales que se han sentido molestos por su estrategia en el conflicto entre Israel y Palestina

“Hay ciertas heridas que son difíciles de cerrar”, explica un diplomático español a Vozpópuli. “Los atentados de Hamás en Israel es un asunto muy delicado para la comunidad judía”, añade. La guerra de Israel entró en el debate político de España en octubre y la comunidad judía se siente, desde entonces, maltratada por Moncloa. Desde diferentes frentes, sobre todo del económico, hicieron llegar su malestar al equipo de Pedro Sánchez. Un crisis que intentarán solucionar en el Foro de Davos. 

El próximo 15 de enero se citan un año más en los Alpes suizos los principales líderes, empresarios e inversores internacionales. Un selecto grupo donde tiene una gran influencia la comunidad judía. La edición de este año lleva el lema de ‘Reconstruyendo la confianza’, que es precisamente lo que pretende con este grupo de gran influencia entre los órganos de decisión 'del dinero'.

La comunidad judía, como insiste fuentes conocedoras, está ofendida por la actitud de algunos miembros del Gobierno, que por entonces estaba en funciones, tras la masacre de Hamás. “Las principales firmas de inversión, como BlackRock o Goldman Sachs, cuentan con un gran arraigo judío y son capaces de cambiar su decisión por actitudes ‘antisemitas’”, explican las mismas fuentes.

Moncloa está en una campaña de captación de inversores, sobre todo en el terreno de las energías renovables y la transformación digital donde este tipo de fondos son claves para su desarrollo. Su estrategia, ya con el Gobierno formado, es conseguir ‘limar asperezas’, culpar a miembros que ya no están en el Ejecutivo y ganarse la confianza de los inversores. 

El problema es que no sólo ha sido el ruido de Podemos quien ha ofendido. El propio Pedro Sánchez ha sido “muy ambiguo”, según los miembros más exigentes de esta comunidad, en su denuncia de los atentados de Hamás. Yolanda Díaz, vicepresidenta del nuevo Gobierno, ha rechazado con más fuerza la actitud del Gobierno israelí que los movimientos terroristas. 

No se olvida que Sumar y Podemos lideraron una manifestación en el centro de Madrid en solidaridad con Palestina. En la marcha, encabezada por la entonces ministra Ione Belarra, hubo gritos encendidos contra el "genocidio" de Israel en Gaza. Las acusaciones provocaron la reacción airada de la Embajada israelí en España. 24 horas después de la manifestación, difundió un durísimo comunicado que condenaba las "inmorales" declaraciones de "algunos miembros del Gobierno"; y que alertaba sobre "el riesgo de un mayor número de incidentes y ataques antisemitas".

Belarra se reafirmó en sus acusaciones de "genocidio planificado", acusó al Gobierno israelí de "llevar a cabo crímenes de guerra en la Franja de Gaza" y se refirió a Hamás no como un grupo terrorista, sino como las "facciones armadas palestinas". El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se puso en contacto con la embajadora israelí Rodica Radian-Gordon para evitar el conflicto diplomático y tratar de "pasar página". Pero el daño a esa comunidad ya estaba hecho.

Una oportunidad para Moncloa

Estos inversores buscan primero una disculpa y el siguiente paso son hechos tras un 2023 cargo de promesas. Las elecciones y las negociaciones para la investidura han hecho que ‘el dinero’, que se caracteriza por ser muy miedoso a la incertidumbre, se haya quedad a la espera de pasos firmes por parte del nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez.

La COP 28 ofreció un papel relevante a España por celebrarse bajo su presidencia del Consejo de la Unión Europea. Y, más allá de una defensa de la reducción de emisiones y las energías verdes, los asistentes no recibieron las señales deseada por parte de la comitiva española. “Estos foros se convierten en jornadas de reuniones donde las empresas y los inversores van de país en país pidiendo. Su objetivo es encontrar la mejor estabilidad fiscal y financiera para desplegar la inversión, la parte medioambiental va de la mano de la rentabilidad”, explican desde el sector. 

Y eso se espera que vuelva a suceder en Davos. Un Foro que ha encontrado gran competencia entre las grandes cumbres que se están celebrando estos años en Oriente Medio, como es el caso de la COP o el Future Investment Initiative Institute (FII Institute), donde el mundo árabe ha logrado marcar las pautas del discurso. 

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