Parecía que el día no iba a llegar nunca, pero finalmente ha llegado. El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, entrega este martes al Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del año 2018. Las cuentas se aprobaron en Consejo de Ministros hace una semana y hoy llegan a la Cámara Baja sin tener aún el camino despejado para su aprobación definitiva. El Gobierno tendrá que seguir trabajando duro para convencer al PNV y sacar adelante los Presupuestos más expansivos de los últimos diez años.
A pesar de la demora, el procedimiento será el mismo de siempre. Montoro llegará al Patio de Floridablanca del Congreso sobre las 9.15 horas acompañado de los secretarios de Estado de su gabinete y presentará poco después las cuentas a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, en el Salón de Pasos Perdidos. Sobre las 11.00 horas ofrecerá la tradicional rueda de prensa en la sala Ernest Lluch, donde repasará las principales líneas del famoso libro amarillo, que desde hace años se presenta en formato PDF.
Mientras Montoro comparece, el proyecto de Presupuestos será calificado por la Mesa del Congreso y, una vez publicado en el Boletín Oficial de las Cortes, empezará su tramitación parlamentaria. Se abrirá el plazo para pedir comparecencias de altos cargos y para presentar enmiendas a la totalidad. Un año más, el Gobierno se tendrá que enfrentar a un rechazo casi generalizado de las cuentas. De momento, solo cuenta con el apoyo de Ciudadanos, UPN, Foro y Coalición Canaria.
El Gobierno tiene menos de un mes para conseguir el apoyo del PNV y tumbar las enmiendas a la totalidad en el primer debate parlamentario
El desfile de altos cargos para explicar las cuentas en el Congreso podría tener lugar entre el 16 y 19 de abril, según las estimaciones que maneja la Comisión de Presupuestos y tal y como publica Europa Press. Y esa misma semana acabará el plazo para enmendar la totalidad del proyecto. Unos días después, entorno al 25 de abril, las cuentas se enfrentarán al primer debate parlamentario y se decidirá si se devuelven o si sigue su tramitación.
Ese será el primer momento en el que el apoyo del PNV será clave. El Gobierno tiene menos de un mes para ganarse a los cinco diputados nacionalistas vascos y asegurar así el empate en la votación de las enmiendas para poder rechazarlas. Si lo consigue, superará el primer escollo, pero no tendrá todo ganado. Cuando las cuentas se debatan por secciones y no en su totalidad, no bastará con el empate y habrá que buscar nuevos aliados.
Para cuando llegue ese momento, que podría tener lugar a finales de mayo, el Ejecutivo espera contar también con el apoyo del diputado de Nueva Canarias, socio tradicional del PSOE que también resultó clave en las cuentas de 2017 y en la aprobación de los objetivos de estabilidad presupuestaria y el techo de gasto de 2018. Si Mariano Rajoy consigue estos votos, el camino quedará finalmente despejado y las cuentas podrían entrar en vigor el 1 de junio, como espera el Gobierno.
Presupuestos postcrisis
De esta forma, los Presupuestos más expansivos desde el estallido de la crisis echarían a andar. Y es que el Gobierno ha dado prioridad en estas cuentas a cuestiones de alto contenido social como las pensiones, el empleo público, el sueldo de los funcionarios y las ayudas a las familias. Las elecciones se acercan y hay que complacer al votante.
En concreto, las cuentas incluyen una subida de las pensiones mínimas y no contributivas de entre el 1% y el 3%, una mejora de las pensiones de viudedad, una rebaja del IRPF para pensionistas, otra para las rentas del trabajo más bajas y una mejora de las ayudas a las familias a través de este mismo impuesto. En total, las medidas que afectan al IRPF tendrán un impacto de 2.000 millones.
Además, los Presupuestos mejoran los sueldos de los funcionarios, equiparan los sueldos de los policías, siguen recuperando empleo público, mejoran los recursos de las comunidades autónomas, rebajan el IVA cultural, aumentan a cinco semanas el permiso por paternidad, permiten a los municipios gastar su superávit, incluyen ayudas para jóvenes que compatibilicen trabajo y estudios, fomentan la I+D y vuelven a incluir una partida para becas.
Con estas medidas, el PP da carpetazo definitivo a la austeridad de los últimos años y pretende ganarse el apoyo de los diputados vascos y el de Nueva Canarias. Si las cosas se tuercen y el Gobierno no consigue sacar adelante las cuentas, intentará aprobar las iniciativas de mayor calado a través del decreto, una situación que podría las cosas muy difíciles al PSOE, que no podría explicar a sus votantes el rechazo.
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