El acuerdo para sacar adelante el techo de gasto, antesala de los Presupuestos de 2017, está prácticamente ultimado con el PSOE y ha sido trabajado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con el portavoz socialista para asuntos económicos, Pedro Saura, y el exministro de Trabajo Valeriano Gómez, recuperado por la gestora que dirige provisionalmente su partido como pieza clave de su interlocución con el Gobierno.
El exministro Valeriano Gómez vuelve a la primera línea política sin ser diputado
La negociación del techo de gasto es clave para el Partido Socialista puesto que gobierna en ocho comunidades autónomas que necesitan oxígeno urgente para aliviar sus arcas públicas. Este oxígeno vendrá en el medio plazo del nuevo modelo de financiación autonómica y, en el corto, del reparto entre las tres administraciones del objetivo de déficit comprometido con Bruselas.
Los presidentes autonómicos del PSOE quieren para sus territorios mayor margen de gasto en 2017 y argumentan para ello que gestionan la educación y la sanidad, las dos partidas que consumen mayor volumen de recursos si no se cuenta con las competencias sobre pensiones y protección al desempleo que dependen en exclusiva del Estado.
El techo de gasto todavía vigente se eleva a 123.394 millones y parte de unas previsiones de recaudación superior a los 193.000. El Gobierno prevé reducir este techo el año que viene en 5.000 millones y lo que le ha pedido el PSOE es conocer las partidas de las que sacará este ajuste. Podría no ser necesario ya que este año puede ahorrarse una cifra similar cuyo traslado se haría a 2017. Más de la mitad procede de la reducción de los intereses de la deuda y del acuerdo de no disponibilidad de gasto. El resto se completa con el ahorro procedente del cierre presupuestario de los ministerios a fecha de julio.
A través del techo de gasto, una de las herramientas previstas en la ley de Estabilidad Presupuestaria, puede garantizarse que la administración central, la autonómica y la local no disparen sus compromisos financieros en función de los ciclos económicos. Junto a esta medida, el Gobierno tiene que aprobar los objetivos de déficit y deuda pública hasta 2019 antes de llevar los Presupuestos del año que viene al Congreso, previsiblemente en la primera semana de enero. Mañana viernes, el Gobierno remitirá a Bruselas el nuevo cuadro macroeconómico. Este año, prevé cerrarlo con un crecimiento del 3,2% y el que viene del 2,5%.
Fuentes del Partido Demócrata de Cataluña y de Esquerra Republicana señalan que sus portavoces también han hablado con el Gobierno, partidario de que estas medidas tengan el mayor apoyo parlamentario posible. Ciudadanos se siente bastante orillado en esta negociación.
Junqueras tiene previsto acudir hoy al Consejo de Política Fiscal en el que Montoro explicará el reparto del déficit
Las medidas que atañen de manera directa a las comunidades autónomas serán abordadas este jueves en el Consejo de Política Fiscal, donde tiene previsto acudir Oriol Junqueras en representación de la Generalitat de Cataluña.
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