Caso curioso el de Javier Monzón y sus dos presidencias de honor. Tras ser imputado en el 'caso Punica' por su etapa en Indra, los consejos de administración de Openbank y Prisa estaban obligados a pedirle cuentas y hasta la fecha las consecuencias han sido nulas.
La causa abierta en la Audiencia Nacional en contra del empresario ha pasado de puntilla por los consejos de las dos entidades que preside de forma no ejecutiva. Un cargo que está por encima del consejero delegado y que otorga suficiente poder para plantear ciertas medidas de calado. O al menos llevarlas al Consejo de Administración.
Ante el escándalo, el silencio. Sobre todo por parte de Openbank, el banco digital del Santander que presume de ser no sólo 100% digital sino también responsable. El propio consejero delegado quitaba hierro al asunto en un desayuno con prensa en Berlín.
Aseguraba que esta investigación no ha perjudicado ni perjudica a la reputación del banco y que ni el propio Banco Central Europeo había pedido explicaciones a este respecto.
El mismo BCE que no puso oposición a que Monzón compatibilizara dicha presidencia con la de Prisa, a propuesta del Santander, que ostenta un 4,1% de la compañía.
Este miércoles Openbank vivió uno de los días más importantes para su negocio. Dio a conocer a la prensa su entrada en Alemania, el primer mercado en el que estará presente después de España.
En el acto estuvieron los principales directivos de Openbank, mucha representación de la prensa española (agencias de noticias, medios económicos de papel y medios digitales) e incluso acudió la presidenta del Banco Santander, Ana Botín. Pero de Monzón, ni rastro.
¿El motivo de su ausencia? Nunca un presidente no ejecutivo ha hecho aparición en un ‘Open Day’ de Openbank, aseguraron fuentes del banco digital a los periodistas convocados. Desde el día de su imputación hasta la fecha, el banco ha declinado hacer ningún tipo de comentario al respecto.
¿Y Prisa?
Por el momento, Prisa se ha mostrado más comunicativa y transparente con la imputación de su presidente no ejecutivo que el banco digital. Pero esto no quiere decir que Monzón esté entre las cuerdas, puesto que aún no se ha decidido nada.
La Comisión "llevará a cabo sus actuaciones con la mayor diligencia que le permita realizar sus trabajos con el máximo rigor, profesionalidad e independencia, haciendo un seguimiento continuo de los acontecimientos que puedan tener lugar en relación con este asunto”, exponía el grupo mediático.
En el mismo comunicado, Prisa afirmaba que "velará en todo momento por garantizar la independencia de los profesionales del Grupo, en cumplimiento de las obligaciones que tiene con la sociedad".¡
¿Cómo ha llegado hasta aquí?
El día 18 de diciembre, Monzón fue designado presidente de Prisa, después de la dimisión de Manuel Polanco, quien había accedido al cargo en enero de 2018, tras la marcha de Juan Luis Cebrián.
El expresidente de Indra (1992-2015) fue propuesto en 2017 para sustituir a Cebrián al frente de Prisa después de una batalla de varios meses en los que los accionistas críticos -encabezados por Amber Capital- habían reclamado un cambio en la cúspide de la compañía para tratar de paliar su larga crisis; y después de que el propio Cebrián -según sus palabras, que no son compartidas por algunos accionistas- expresara su intención de dar un paso atrás, tal y como publicó este diario.
Sus aspiraciones se truncaron por la falta de consenso que provocó su candidatura al ser presentada al Consejo de Administración. Entonces, Prisa trazó un plan B y situó a Manuel Polanco como presidente no ejecutivo y a Manuel Mirat como consejero delegado.
Monzón fue nombrado en esas fechas consejero coordinador y, poco después, vicepresidente no ejecutivo. Mientras ejercía este último cargo, fue propuesto por el banco presidido por Ana Botín para ocupar la presidencia no ejecutiva de OpenBank.
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