Economía

El Gobierno limitará la emisión y comercialización de deuda subordinada a pequeños clientes

Los bancos han comercializado en los últimos meses hasta 20.000 millones de euros en ese tipo de productos conocidos que cotizan en el mercado secundario pero que son conocidos como “subordinados” porque, en caso de quiebra, sus poseedores cobran en último lugar, por detrás de los administradores judiciales, Seguridad Social, Hacienda, y tenedores de cédulas hipotecarias, deuda senior y depósitos bancarios.

El Gobierno prepara una nueva norma que endurecerá la financiación de las entidades bancarias y limitará su capacidad de vender deuda subordinada a los clientes minoristas. El objetivo de la nueva norma, según revelan fuentes del ministerio de Economía, es evitar que se repitan casos como los de las emisiones de participaciones preferentes en las que miles de ahorradores quedaron atrapados con sus ahorros.

Los bancos han comercializado en los últimos meses hasta 20.000 millones de euros en ese tipo de productos conocidos que cotizan en el mercado secundario pero que son conocidos como “subordinados” porque, en caso de quiebra, sus poseedores cobran en último lugar, por detrás de los administradores judiciales, Seguridad Social, Hacienda, y tenedores de cédulas hipotecarias, deuda senior y depósitos bancarios.

"Los responsables políticos están cada vez menos dispuestos y/o limitados en su apoyo a todas las clases de acreedores, particularmente para los tenedores de deuda subordinada", advertía Moody's

La normativa del Ejecutivo pondrá un límite a la comercialización entre pequeños clientes a todas las entidades y pretende, además, recortar la emisión de estos productos, sobre todo, entre las entidades intervenidas a las que podría prohibirse por completo su emisión.

El Gobierno sigue los dictados del MoU

La legislación que prepara el Gobierno sigue las recomendaciones fijadas en el Memorandum of Understanding (MoU) y que el Ejecutivo suscribió con la troika, es decir, Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo. Ese acuerdo recomendaba tener lista esa legislación el pasado mes de febrero y apostaba, además, por “mejorar los procesos de venta de instrumentos no cubiertos por el fondo de garantía de depósitos a los clientes minoristas”.

El retraso en la medida tiene que ver con el importante volumen de deuda subordinada que las entidades bancarias españolas acumulan. Las entidades españolas acumulan cerca de 40.300 millones de euros emitidos en los últimos años, según la Asociación de Usuarios de Banca, ADICAE.


Bajo la rebaja de calificación

Los límites a la emisión de esta vía de financiación se produce después de que las agencias de calificación hayan rebajado ya la valoración que hacen de esos activos bancarios. A finales de 2011, agencias como Moody’s recortaron hasta dos escalones la nota que concedían a esos productos cuestionando el aval del Gobierno.

"Los responsables políticos están cada vez menos dispuestos y/o limitados en su apoyo a todas las clases de acreedores, particularmente para los tenedores de deuda subordinada", subrayó la agencia que señalaba a 21 entidades españolas.

En el caso de España, las entidades que han comercializado esos instrumentos son BBVA, Banco CAM, Banco Cooperativo Español, Banco de Valencia, Banesto, BFA, Banco Pastor, Banco Popular, Banco Sabadell, Banco Santander, Bankia, Bankinter, BBK, CaixaBank, La Caixa, Caja Espana de Inversiones, Salamanaca y Soria, Catalunya Banc, Ibercaja Banco, Liberbank, NCG Banco y Unicaja.

 

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