El campo se ha hecho sentir esta semana. Ciudades como Zamora, Salamanca, Almería, Extremadura, Aragón, La Rioja o Jaén han notado la indignación tanto de agricultores como de ganaderos. Y la semana que viene habrá más, una de ellas frente al Ministerio de Agricultura en Madrid. "De momento son protestas de las asociaciones regionales, pero no descartamos realizar una gran movilización nacional si vemos un avance por parte del Gobierno", explica a este medio el secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, Miguel Blanco.
"Jaén ha sido un éxito", destaca Lorenzo Ramos, Secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). "Hemos logrado parar la provincia durante toda la mañana. Calculamos que más de 30.000 agricultores y 10.000 tractores han acudido a esta llamada, ya nos preparamos para lo que se avecina la próxima semana", alerta.
Para ellos es un 'ahora o nunca'. Su renta ha caído un 8,9% en la temporada 2018/2019 y no esperan que los datos mejoren en la 2019/2020. La tendencia de los últimos veinte años apunta que mientras que sus costes de producción se han disparado un 56%, el valor de la renta agraria sólo ha crecido un 14%.
"Es un desajuste muy importante", valora Miguel Blanco. "Han subido los costes energéticos, las semillas, los fitosanitarios, los impuestos, las máquinas y los laborales", añade. El representante del sector hace especial hincapié en su defensa en la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), aunque considera que debe ir acompañado por una mejora en la situación de los profesionales para pagar esos salarios.
"En estas dos últimas temporadas ha subido el SMI un 43%. No se nos ha tenido en cuenta en las negociaciones con los agentes sociales, porque no todos los sectores son iguales ni todos los territorios tienen las mismas condiciones", explica el representante de COAG.
Trump, Rusia y Brexit
Mientras los costes les golpean y la caída de los ingresos les machacan, los problemas diplomáticos internacionales les dan la puntilla. Las sanciones de la Administración Trump han castigado productos críticos del campo español como el aceite, el queso o el vino. "Nos han echado de un mercado vital como Estados Unidos por un conflicto ajeno a nosotros, como es el aeronáutico, que ni la Unión Europea ni el Gobierno español han sabido frenar", protesta Miguel Blanco.
Rusia también les castiga. Los productores españoles se han visto afectados por el cierre de sus fronteras a productos agroalimentarios provenientes de la Unión Europea desde 2014. Un veto que el Gobierno de Putin ha extendido en 2020. El mercado ruso es muy importante para el sector español, principalmente en frutas y hortalizas. Otro gran cliente que se va y que los agricultores esperan que las autoridades pongan de su parte para recuperarlo.
El tercer hachazo llega por el Brexit. La salida del Reino Unido de la Unión Europea amenaza con poner trabas comerciales para otro socio muy importante para el campo español. Pero su principal preocupación de esta salida de UE no son los temas comerciales. "El agujero que deja el Reino Unido en los presupuestos plurianuales de la UE tiene como consecuencia un recorte en la Política Agraria Común (PAC), una apoyo vital para nosotros", afirma el representante de COAG.
El último descontento de los agricultores y ganaderos con la política internacional son los acuerdos comerciales que obligan a importar de terceros países productos que consideran de "una calidad y precio inferior" a lo que se producen en España. "Sólo exigimos que todos juguemos con las mismas reglas", protestan las organizaciones. Todos estas reclamaciones quieren que entren en la cabeza de la sociedad y en la conciencia de los representantes políticos. "Es sí, exigimos que no nos utilicen con fines partidistas. Esta protesta es exclusivamente de los trabajadores y profesionales del campo", concluye Miguel Blanco.
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