Cada vez nacen menos niños en España. En apenas seis años, los nacimientos se han desplomado un 20%, pasando de los 375.791 entre enero y noviembre de 2017 a los 302.290 en el mismo periodo de 2022, según las estimaciones que realiza mensualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) a través de las inscripciones registradas en los Registros Civiles informatizados.
Sólo en noviembre de 2022, el último mes del que se disponen datos, nacieron 28.519 niños, 4.662 menos que en el mismo mes de 2016 y 1.091 menos que en 2019. En todo caso, pese a tratarse de una cifra baja, se registró un ligero repunte respecto a octubre, cuando solo nacieron 28.262 niños, la cifra más baja en un mes de octubre desde el inicio de la serie, en 1941.
El INE permite analizar el hundimiento de los nacimientos por edad de la madre y, lo que se concluye con los datos es que las mujeres de todos los grupos de edad tienen menos hijos ahora que hace seis años o que hace tres (justo antes de la pandemia irrumpiera en la vida de los españoles) excepto las mayores de 45 años, con un 54% más de nacimientos que en 2016 y un 27% más que en 2019.
Dentro de este grupo destacan las mayores de 50 años, entre las que, aunque en términos absolutos el número de nacimientos es reducido, con 273 nacimientos entre enero y noviembre de 2022, el crecimiento es exponencial: un 128% y 62% más que en 2016 y 2019, respectivamente.
Por contra, en todos los grupos de edad de entre 15 y 39 años se ha reducido la natalidad. en el orden del 20%. En términos absolutos, destacan los descensos en las mujeres de entre 30 y 34 años, con 31.325 nacimientos menos en 2022 que en 2016, quedando ya por debajo de los 100.000. Lo mismo ocurre entre las mujeres de 35 a 39 años, donde los nacimientos entre enero y noviembre de 2022 se redujeron hasta los 91.030 niños, 23.137 menos que seis años antes.
Finalmente, mujeres de entre 25 y 29 años dieron a luz en los 11 primeros meses del año a 51.470 niños, que son 15.009 menos que en el mismo periodo de 2016.
Por regiones, la caída también es generalizada. En todas las autonomías se registran menos nacimientos ahora (entre enero y noviembre de 2022) que en 2016. En todo caso, destacan los descensos de Melilla (-43%), Ceuta (-33%), Asturias, Canarias y País Vasco, las tres últimas con un 25% menos de nacimientos que entonces. En las comunidades que menos caen los nacimientos son Murcia (-13%), Baleares (-14%), Comunidad Valenciana (-15%), Aragón (-17%) y Madrid (-16%).
En términos absolutos, destaca Andalucía, con 14.699 nacimientos menos que seis años antes, Cataluña, con 11.530 menos, y Madrid (-10.221).
El drama de las pensiones
El problema demográfico agrava la sostenibilidad futura de las pensiones, recién reformadas y con un gasto al alza. La cuestión es cómo mantener a un volumen de pensionistas que crece en el tiempo, con una gran generación a punto de entrar en edad de jubilarse (los conocidos como 'baby boom', hijos de la explosión demográfica de la posguerra, nacidos entre 1957 y 1977), mientras los trabajadores potenciales se reducen.
La jubilación de esta generación amenaza con posicionar a España como el tercer país de la Unión Europea con mayor gasto en pensiones en 2050, tal y como refleja el Banco de España en un informe publicado este miércoles. Sólo quedaría por debajo de Grecia e Italia, frente al séptimo puesto que ocupaba en 2019, cuando el gasto en pensiones de España se situaba en el 12,7% del PIB, ya por encima de la media de la Unión Europea (10,4%).
España tiene una de las tasas de dependencia más altas de Europa, con una media de dos trabajadores por pensionista. Esta se disparará en los próximos años con la jubilación de la generación del baby boom. Eurostat, la oficina estadística de la UE, espera que para 2050 haya menos de dos personas en edad laboral por cada persona mayor dependiente.
En este sentido, el Banco de España también pone el foco en la tasa de empleo española (calculada como el número de empleados sobre la población de entre 16 y 64 años), una de las más bajas de la UE, lo que también ejerce una presión al alza en la ratio de gasto.
"Si en los próximos años la tasa de empleo de la economía española lograra elevarse hasta el nivel que se observa en la economía alemana -lo que implicaría un incremento de 18 puntos porcentuales-, ello permitiría compensar el 42,6% de la subida en el gasto en pensiones que se anticipa como consecuencia del ascenso previsto del factor demográfico", destaca.
Por otro lado, desde la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) han apuntado en varias ocasiones que uno de los factores demográficos que podría ayudar a la sostenibilidad del sistema de pensiones sería un incremento en la inmigración que sume cotizantes.
Tal y como se refleja en el plan 'España 2050', el Gobierno asume que España tendrá que acoger e integrar laboralmente a cientos de miles de inmigrantes de aquí a 2050 para poder compensar la caída en el número de trabajadores españoles (por el envejecimiento de la población) y poder pagar las pensiones. Según sus cálculos, el país necesita la llegada de 191.000 inmigrantes cada año como mínimo para que el sistema de Seguridad Social sea sostenible.
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