La operación de Criteria Caixa y Abu Dabi para tomar el control de Naturgy se acelera. El Gobierno espera a que estas negociaciones concluyan para posicionarse oficialmente. Mariano Bacigalupo, consejero de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y marido de la ministra Teresa Ribera, se ha lanzado a ofrecer a Moncloa algunas opciones para intervenir en este cambio de control de una empresa estratégica.
“La intervención pública en la economía, para proteger la autonomía estratégica y el interés general en los sectores estratégicos de la economía, vuelve a ser un tema crucial de la política económica y del Derecho público económico”, arranca el consejero de la CNMV en su publicación en Linkedin en la que hace referencia al artículo del periódico El Confidencial titulado: ‘Naturgy, Telefónica y la maldita geopolítica’.
La CNMV ha preferido no entrar a valorar la opinión de su consejero ante la consulta de Vozpópuli. El organismo regulador es uno de los encargados de proteger a los accionistas de Naturgy o Telefónica en este proceso. En esta semana de OPA, el organismo regulador al que representa Bacigalupo obligó a Criteria a pronunciarse sobre la operación la pasada semana y bloqueó la cotización de Naturgy durante más de dos horas del pasado miércoles hasta que Taqa, la energética controlada por el Gobierno de Abu Dabi, confirmó por escrito esta negociación.
Por su parte, el equipo de Teresa Ribera es uno de los ministerios afectados en esta OPA ya que se trata de una compañía con negocio regulado en energía. No obstante, Bacigalupo desliza en su cuenta personal cuatro vías de intervención que, como puntualiza, “no son excluyentes entre sí”.
La primera forma que ofrece al Gobierno es reservar "determinadas actividades esenciales" al sector público, "servicios públicos en sentido estricto, cuya gestión puede externalizar en un concesionario”, aclara. La segunda propuesta es la participación de los poderes públicos en un mercado competitivo. “En este supuesto, el ‘Estado empresario’ compite en el mercado en igualdad de condiciones con terceros”, detalla el marido de la ministra Teresa Ribera.
Comprar una participación en Naturgy
La tercera opción que plantea al Gobierno es la más controvertida desde que se conoce que Criteria Caixa negocia con Abu Dabi para tomar el control de Naturgy. “La participación significativa, aunque no mayoritaria, en el capital social de determinadas empresas estratégicas (en estos casos, la participación pública puede responder a una decisión política discrecional del Gobierno o constituir incluso un mandato legal, como sucede en España en el caso de la empresa que tiene legalmente atribuida la gestión de la red de transporte de electricidad)”, detalla el consejero de la CNMV.
La compra de una participación por parte del Gobierno, que utilizando el caso de Telefónica del 10% se elevaría hasta los 2.500 millones, es algo que la propia Teresa Ribera dejó en ‘stand by’ la pasada semana. Pero que no descartó. La ministra aseguró entonces que es “prematuro” plantearse si el Estado debe tener una participación en Naturgy.
Subir la regulación
Por último, Mariano Bacigalupo asegura que otra vía de intervención pública de determinados sectores de actividad de interés general es “la intervención regulatoria del Estado”. El objetivo, según su opinión, debe ser crear competencia en sectores con monopolio natural de red y proteger el interés general.
En este sentido, el consejero de la CNMV y exconsejero de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia asegura que la intervención regulatoria puede incluir la limitación de las participaciones máximas permitidas en el capital social de determinadas empresas estratégicas o del ejercicio de los derechos políticos asociados a dichas participaciones, como es el caso de Red Eléctrica o Enagás.
Por último, Bacigalupo asegura que existe otra manera de establecer un “control preventivo” mediante autorización administrativa previa, de las inversiones extranjeras en determinados sectores de actividad económica. Unas alternativas que pone encima de la mesa en plena salida del Ministerio de Teresa Ribera para su carrera europea y con la recuperación organismo ‘independiente’ como es la Comisión Nacional de la Energía, donde se sitúa a Bacigalupo como uno de los grandes valedores.
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