Economía

Navantia se agarra al clavo ardiendo de India tras el fracaso en Canadá, Australia y EEUU

En menos de dos años, la astillera pública ha perdido tres 'megacontratos' que habrían sentado como 'agua de mayo' en su plantilla. La renovación de la flota de India ahora es una de las principales esperanzas de los más de 5.000 empleados de la compañía 

Navantia no está para perder contratos. Y mucho menos si son de 5.000 millones de euros. El astillero público, cuya propiedad es 100% de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) no logró la adjudicación valorada en más de 5.580 millones de dólares (5.000 millones de euros) para la construcción de una decena de fragatas de nueva generación para la U.S. Navy (La Armada de los Estados Unidos).

Un fracaso que se une a los vividos en Australia y Canadá en los últimos años. La esperanza ahora de los más de 5.000 trabajadores es India, tras el golpe del Gobierno de Donald Trump.

Al respecto de este último, fuentes del mercado apuntan que la candidatura española (que tenía el respaldo de la estadounidense General Dynamics) tenía un aval tecnológico más contrastado (el sistema de combate AEGIS que incorporarán las nuevas fragatas es una especialidad del astillero español) y que en la victoria del rival italiano Fincantieri han tenido especial peso factores políticos.

Entre estos, caben destacar las inminentes elecciones presidenciales de Estados Unidos, el hecho de que Fincantieri tenga su filial Marinette Marine en Wisconsin (un estado donde Trump ganó de forma ajustada las últimas elecciones), y la tirante relación entre la Administración Trump y el Gobierno español.

Navantia reflejó números rojos de 225 millones de euros en sus últimas cuentas

En cualquier caso, Navantia ha perdido una nueva oportunidad para asegurar el trabajo y salir de los números rojos de 225 millones que registra en sus últimas cuentas públicas, de 2018. En el último año y medio, ha encajado la pérdida de otros dos grandes contratos.

En junio de 2018, perdió la opción de construir nueve fragatas para la Marina Australiana. Esta adjudicación del Gobierno de Australia se elevaba hasta los 22.000 millones de euros. Su segundo golpe llegó en el mismo año, pero en Canadá. En octubre de ese año, la Armada de Canadá decidió que la empresa española pública no era su mejor candidato para construir 12 fragatas.

3.000 millones en India

Ahora la opción, aunque mucho menor que las tres anteriores es India. Navantia presentó hace dos años sus credenciales para construir cuatro buques anfibios para el Gobierno de la India. Una oferta a la que se presenta junto al astillero local Larsen & Toubro.

La empresa española está en la lista final para lograr este contrato y compite con la francesa Noval Group, que ha exhibido uno de los buques de asalto anfibio de la clase Mistral. El contrato se estima en unos 3.000 millones de dólares, 2.750 millones de euros al cambio actual. 

Marruecos y Reino Unido

El otro frente es Marruecos. Pero el contrato es menor. La empresa del SEPI tiene abierto un proceso con la marina marroquí por levantar dos patrulleros. Estas conversaciones todavía son prematuras y espera, de materializarse, que empiece a generar empleo en 2022. 

A finales del año pasado, Navantia lanzó su candidatura para la elaboración de do s buques logísticos (FSS) para el Gobierno de Reino Unido. Una construcción que realizaría junto a su socio británico BMT. No obstante, el Ministerio de Defensa británico decidió frenar este proceso con la vista puesta en el desarrollo del Brexit.

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