Economía

Nokia, la empresa maderera que revolucionó las telecomunicaciones

Ya no es ni la sombra de lo que era, pero sigue siendo la empresa finlandesa más conocida en el mundo. Inventó el primer móvil, pero acabó claudicando ante Apple y Samsung

Knut Fredrik Idestam fue un ingeniero de minas nacido en 1838 en el Imperio Ruso, en una zona que luego sería Finlandia. No se sabe mucho de su vida pero en mayo de 1865, y con la ayuda de su esposa, fundó en Tampere una fábrica de pulpa de madera. El nombre de Nokia viene del río y la ciudad del mismo nombre. La empresa sólo ganó algo de relevancia cuando fue comprada por Eduard Polon (1861-1930). Al cabo del tiempo, Polon añadió a Nokia una tercera empresa, la Fábrica de Cable de Finlandia, sobre la que se cimentó la tecnológica multinacional que triunfó a finales del siglo XX.

Polon, de ascendencia polaca (otro pueblo que aspiraba a liberarse del yugo ruso) era un patriota finlandés. Se metió en política y tuvo muchos problemas con las autoridades rusas, e incluso fue deportado. Utilizó la marca Nokia como símbolo de las ansias de independencia contra el dominio y las empresas rusas. En los años 20 del siglo pasado Polon utilizaba esa marca para vender madera, caucho y cables, si bien eran tres empresas diferentes organizadas en un holding. Las tres no se fusionaron oficialmente como Nokia Ab hasta 1967. Björn Westerlund, su director general de entonces, invirtió en electrónica y telecomunicaciones, animando a los investigadores a que trabajasen en sus propios proyectos, algo que décadas después sería algo característico de Google.

Su desempeño en comunicaciones desde la década de 1960, especialmente en redes de telefonía (cambia la electromecánica de las telecomunicaciones por la digitalización) y aparatos de comunicación por radio, especialmente para los militares (radioteléfonos), lleva a Nokia a acumular gran experiencia en el sector. Y ésta le serviría para estar muy bien preparado ante la llegada del teléfono móvil.

En los años 80 del siglo pasado, Nokia adquiere otras empresas del sector de la telefonía y vende sus divisiones forestales, de fabricación de televisores e incluso de computadoras. También escinde el negocio del caucho fundando en 1988 Nokian Tyres, que actualmente es la empresa más grande (cotiza en bolsa) en el campo de manufactura de neumáticos de Escandinavia, con sus oficinas centrales en la ciudad de Nokia.

En 1982, Nokia produjo el primer sistema de telefonía móvil, denominado Senator, que pesaba 9,8 kilos. En 1984, introduce el primer teléfono portátil (algo menos de 5 kilos) para coches del mundo, el Mobira Talkman; y en 1987, el Mobira Cityman que se puede considerar el primer teléfono realmente móvil, ya que redujo el peso a 800 gramos (lo que no evitó que con el tiempo se le apodara como el “móvil ladrillo”).

A pesar de su fabricación 100% finlandesa, este dispositivo se hizo famoso por su éxito entre los ejecutivos estadounidenses, además de convertirse en un símbolo del fin de la guerra fría al ser fotografiado Mijaíl Gorbachov usándolo. Curiosamente, el máximo ejecutivo de la compañía, responsable del éxito del Mobira Cityman, se suicida en 1988, al parecer porque sufría trastorno bipolar.

Apuesta por los móviles

A pesar del éxito tecnológico de Nokia en aquellos años, la caída de la URSS y la crisis de 1991, afecta mucho a Finlandia y hace tambalear la situación financiera de la compañía, que había gastado mucho en adquisiciones. Esto lleva a que a partir de 1992 el negocio de Nokia se enfoque en lo más rentable: los móviles, de los que era líder europeo y segundo mundial tras Motorola. En tercer lugar se encontraba otra marca escandinava: Ericsson.

Nokia alcanza el primer puesto mundial en 1998, con una cuota del 23% gracias sobre todo a la falta de renovación de los modelos de Motorola. En el lejano oriente empezaba a sonar un nuevo competidor: la coreana Samsung. En 2003 Nokia 'pincha' con el lanzamiento de N-Gage, que pretendía ser un móvil y una consola, pero que no convenció ante el poder de la Nintendo Game Boy Advance. Pero lo que empieza a dañar el dominio de Nokia es la llegada del 3G en 2005 que dispara el uso de internet en los móviles.

La puntilla se la dio el iPhone de Apple en 2007. En el momento de su lanzamiento Nokia tenía mil millones de clientes. Muchos creyeron que un teléfono sin teclado físico no tendría futuro, pero se equivocaban. Empezaba a valorarse más el software de los móviles y la facilidad del uso de las aplicaciones que la calidad de las llamadas telefónicas. Apple superó a Nokia en diseño y Samsung adoptó el sistema operativo Android de Google (que superaba al Symbian, creado por Nokia). La decadencia de Nokia se puede ver muy claramente en la evolución de su cotización bursátil:


Hay mucha literatura acerca de cómo Nokia, una empresa líder mundial en la venta de móviles, pasó a casi la irrelevancia en pocos años, además de ser todo un ejemplo para los que creen que invertir en bolsa es seguro a largo plazo si se hace en “una buena empresa”. Ni siquiera la sustitución del Symbian por el Windows Phone en 2011 (con el modelo Lumia) varió su rumbo descendente. Durante unos años Nokia se ve obligada a reducir su estructura, despidiendo personal y cerrando centros operativos. En septiembre de 2013 vendió a Microsoft su negocio de móviles.

Nokia adquirió en 2015 Alcatel-Lucent, pero lo que la mantiene viva es su negocio de redes Nokia Networks, principal fuente de ingresos de la empresa en la actualidad. Lo cierto es que, a pesar de estar lejos de sus mejores años, Nokia ha cumplido el sueño de Eduard Polon ya que es, con mucha diferencia, la empresa más famosa de Finlandia en el mundo.

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