Norwegian se asoma cada vez más al abismo. La pandemia de la covid-19 ha agravado su situación financiera, dejando a la compañía sin liquidez para sobrevivir más allá del primer trimestre de 2021. El Gobierno noruego se niega a conceder más ayudas a la aerolínea, que ya atravesaba dificultades antes de que el coronavirus aterrizara en Europa y arrasara con el sector aéreo.
El pasado año, la fuerte competencia de tarifas, la subida del precio del petróleo y el retraso en la entrega de los polémicos aviones Boeing 737 MAX pasó factura a su negocio; pero resistió reduciendo costes a través del cierre de bases y rutas y la destrucción de empleos.
Entonces, la aerolínea inició una reestructuración con el objetivo de centrarse en rutas y mercados rentables y metió la tijera en España, el segundo mercado más importante para la compañía (ahora el tercero, por número de trabajadores).
Casi 400 trabajadores menos
En concreto, se cerraron dos bases operativas, la de Palma de Mallorca en abril y la de Madrid en noviembre. En el resto de bases (Alicante, Barcelona, Gran Canaria, Málaga y Tenerife Sur) se redujo en general el número de aviones. Esto tuvo un efecto directo sobre las necesidades de personal, y la compañía pasó de tener a 2.090 personas empleadas en 2018 a 1.697 en 2019, 393 trabajadores menos.
Ahora sus problemas son mayores. La aerolínea de bajo coste perdió cerca de 600 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente a los 25 millones de beneficios logrados un año antes, según los resultados presentados este martes por la compañía.
En un comunicado, la aerolínea asegura que las restricciones y la negativa del Gobierno noruego a dar más apoyo financiero deja a Norwegian en una situación "compleja", sin liquidez para sobrevivir más allá de los primeros meses de 2021. Actualmente, la compañía cuenta con cerca de 318 millones de euros de efectivo, pero quema entre 35 y 50 millones al mes.
9.300 empleos en el aire
Norwegian ha anunciado un Expediente de Regulación Temporal de empleo (ERTE) a 1.600 empleados en Noruega y una reducción de sus rutas hasta 12 trayectos dentro del país escandinavo tras la decisión del Gobierno noruego de no apoyar financieramente a la compañía para superar la crisis y esquivar la quiebra.
Sobre la situación de los 1.700 empleados en España, fuentes de la compañía aseguran a Vozpópuli que "la inmensa mayoría de ellos (todos los pilotos y tripulantes de cabina y la mayoría de los empleados de oficinas, mantenimiento y handling) ya estaban en ERTE desde que dio inicio la pandemia".
Según detallan, "fuera del ERTE, sólo queda un pequeño retén de las oficinas de Barcelona, de mantenimiento en los aeropuertos de El Prat y de Lérida (los aviones, aunque estén parados, siguen precisando cuidados), y de handling en aquellos aeropuertos donde hemos estado operando". No obstante, la situación de la compañía deja en el aire el futuro de los 9.369 empleados que tiene en el mundo.
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