El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no repetirá en la venta de Novagalicia el error cometido en la subasta del Banco Gallego. Entonces, el organismo dirigido por Antonio Carrascosa traspasó el 100% de la entidad al Sabadell, tras efectuar una operación acordeón, pese a que su participación no llegaba al 50% del accionariado, que redujo a cero el valor de los títulos de los minoritarios, dueños de la mayoría de las acciones. Esta decisión provocó la reacción judicial de los pequeños accionistas del Gallego demandando el FROB. Por este motivo, el fondo de rescate ha decidido poner en venta únicamente el 88% de Novagalicia, según confirman fuentes del sector, correspondiente a los dos tramos en manos del FROB (64%) y del Fondo de Garantía de Depósitos (24%), que entró en el accionariado de la entidad gallega para dar liquidez a los afectados que recibieron títulos a cambio de sus preferentes o deuda subordinada.
El 12% restante de Novagalicia se distribuye en tres tramos: 1% (autocartera), otro 2% está en manos de los pequeños accionistas que no acudieron al canje ofrecido por el FGD (en su mayoría empleados de la entidad) y algo más del 8% se reparte entre los institucionales (compañías de seguros, fondos de inversión y otros bancos) que no tenían derecho a acudir a la liquidez del fondo de garantía de depósitos por sus preferentes. Para evitar más demandas judiciales, el FROB ha decidido no poner en venta esta parte minorista, dejando en manos del futuro comprador la solución definitiva para estos minoritarios, según confirman fuentes del FROB, que justifican la exclusión de los minoritarios en evitarles el perjuicio de una quita.
Las consecuencias judiciales de la errónea decisión tomada por el FROB en la venta del Gallego han hecho retroceder al fondo de rescate en sus pretensiones iniciales de subastar el 100% de Novagalicia. De hecho, una de las condiciones que solicitó el FROB a los fondos fue la compra del 100% de la entidad. "En ningún momento se habló de excluir a los minoritarios", señalan fuentes conocedoras del proceso. En el caso del Gallego, el FROB subastó el banco tras una operación acordeón (dejar las acciones a cero) y posterior ampliación de capital que no estuvo refrendada por la mayoría accionarial, en poder de los minoritarios, tras una polémica junta de accionistas celebrada el pasado 29 de enero. El fondo de rescate trasladó al núcleo duro de los pequeños accionistas (Epifanio Campo, Javier Ungría, Javier Urgoiti, BNP Paribas, Ramón Bahamonde o Amancio Ortega) que se ampararía en la ley 9/2012, de 14 de noviembre, para tomar el control de la entidad y cumplir así con el plan de resolución de Novagalicia, que incluye la venta o liquidación de activos (caso del Banco Gallego).
El FROB también ha sido demandado por los empresarios que invirtieron 70 millones en Novagalicia en 2012 y perdieron toda su inversión con la operación acordeón previa a la ampliación de capital del rescate europeo
Esa norma asegura que “la transmisión (por la venta de acciones) se realizará en representación y por cuenta de los accionistas de la entidad, pero sin necesidad de obtener su consentimiento ni el de terceros diferentes del comprador, y sin tener que cumplir con los requisitos de procedimiento exigidos en materia de modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles”. El FROB acudió a esta vía normativa para protegerse de las posibles acciones judiciales (como así ha sido finalmente) de los minoritarios por la pérdida de su participación en el Gallego. Ahora, pese a contar con esa misma salvaguarda legal, el fondo de rescate ha preferido evitar conflictos con los minoritarios.
Pero no sólo el FROB ha sido demandado por los antiguos minoritarios del Gallego. Los tribunales gallegos juzgarán las denuncias interpuestas contra el fondo de rescate de un pequeño grupo de empresarios gallegos que invirtieron 70 millones en Novagalicia en 2012 con el ánimo de garantizar la privatización del banco y un año después perdieron toda su inversión, con la operación acordeón que ejecutó el FROB al inyectar los 9.000 millones del rescate bancario. El primero de esos juicios se celebrará el 30 de abril de 2014 y dilucidará la demanda de Hierros Añón, que invirtió 25 millones, contra el FROB y Novagalicia.
Sin cifra definitiva sobre los DTAs
El FROB pretende evitar cualquier tipo de problema judicial en una subasta cada vez más enmarañada por las condiciones, cláusulas y opacidad que está imponiendo el propio fondo de rescate. Pese a que el organismo que dirige Carrascosa se había comprometido a comunicar este jueves a los posibles compradores la cifra final de activos finales diferidos (DTAs) que podrían computarse por la adjudicación de Novagalicia, finalmente no ha sido así.
Para ello, el fondo de rescate solicitó al ministerio de Hacienda que le aclarase si Novagalicia podría generar DTAs del traspaso de su ladrillo a la Sareb, puesto que la redacción del nuevo real decreto, aprobado hace quince días, se lo impedía, como adelantó Vozpópuli el pasado 4 de diciembre. Esta circunstancia generaba un agujero de capital en Catalunya Caixa, Bankia y la propia Novagalicia. El ministerio dirigido por Cristóbal Montoro confirmó al FROB que el futuro comprador de la entidad gallega sí podría apuntarse los activos fiscales diferidos generados en el traspaso a la Sareb. Decisión que en buena lógica se trasladará a las otras dos entidades nacionalizadas. Sin embargo, aún existen incertidumbres sobre si determinadas bases imponibles negativas, generadas en los ejercicios 2011 y 2012, y que no se transformarán en capital según la nueva norma, pueden ser consecuencias de activos fiscales diferidos provenientes del proceso de fusión de las antiguas cajas gallegas. Sólo en este caso, sí podrán computarse como capital. Ante esta indefinición, el FROB, que insistía este jueves en que había trasladado la cuantía exacta a los compradores, ha enviado cuatro posibles hipótesis que barajan una cifra de DTAs susceptibles de convertirse en capital de entre 2.000 a 2.800 millones, de la bolsa de 4.500 millones de activos fiscales diferidos con que cuenta NCG Banco en su balance.
El fondo de rescate ha traslado a los compradores que elijan una de estas cuatro hipótesis para realizar su oferta ante la imposibilidad de poder especificarles antes del próximo lunes, fecha de presentación de las ofertas vinculantes, la cifra definitiva de DTAs que se podrán activar.
En total, nueve entidades pujan por convertirse en el nuevo dueño de Novagalicia. Cuatro bancos, los españoles BBVA, Santander, Caixabank, junto al venezonalo Banesco, además de los fondos Guggenheim, Wilbur Ross, Anchorage, JC Flowers y Oaktree, dueño de Panrico, que se unió a la subasta la pasada semana, como informó este medio. En el sector se da por seguro que no habrá ninguna oferta ganadora entre las que reciba el FROB el próximo lunes 16.
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