No existe negociación para que las centrales nucleares operen más allá de 2035 en España. El único debate entre sus dueños y el Gobierno es cómo se pagan los cementerios nucleares. El Foro Nuclear, la patronal que lideran Iberdrola y Endesa, se niega a pagar los cerca de 2.000 millones de “costes extraordinarios” de la nueva propuesta del Ejecutivo.
“No es cierta la idea que se está intentando trasladar de que el sector no quiere pagar. De hecho, el parque nuclear español aporta cada año 450 millones de euros al Fondo Enresa para la gestión de los residuos radiactivos y el desmantelamiento de las centrales nucleares. Lo que no estamos dispuestos es a asumir costes extraordinarios que no son imputables al funcionamiento del parque nuclear, sino que se derivan de cambios en el plan para la gestión de los residuos o a la falta de consenso institucional”, asevera Ignacio Araluce, presidente de la patronal.
Teresa Ribera actualizó su propuesta a principios de mes de la denominada ‘tasa Enresa’. Se pretende que este impuesto, que se aplica a la producción de energía nuclear para financiar la gestión de los residuos radiactivos, siga subiendo pero no tanto como se propuso en febrero.
La ministra para la Transición Ecológica ofrece una tasa de 10,36 euros por cada megavatio hora (MWh) que se produzca de energía nuclear. Una cifra que supone un 30% más que los 7,98 euros/MWh actuales, pero que modera los 11,14 euros megavatio hora de su oferta de enero, que aumentaba en un 40% la tasa Enresa.
El equipo de Ribera detalla en la memoria de esta nueva propuesta que estos 10,36 euros/MWh tiene un “valor real del IPC en 2023”, que ha sido inferior al que estimaron en enero. No obstante, incluye el valor del Fondo a 31 de diciembre de 2023, recogido en las cuentas de Enresa del ejercicio 2023, que en este caso es superior al estimado.
La patronal que lideran Iberdrola y Endesa ha reclamado al Gobierno el informe financiero que justifique esta subida. Su idea es presentar alegaciones para intentar frenar una subida que lastra, una vez más, el negocio de las centrales nucleares hasta que finalmente finalice su actividad.
España “se está quedando sola”
El Foro señala que la continuidad de la operación de los reactores existentes es una práctica habitual en un mundo en el que hay 413 reactores en funcionamiento y 59 en construcción. “España no puede ir en sentido contrario. Se está quedando sola”, afirma el presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce, quien considera “necesario replantear el futuro de nuestras centrales, así como las condiciones que garanticen su viabilidad”.
Tal y como refleja el informe Resultados nucleares de 2023 y perspectivas de futuro que ha presentado este martes, los siete reactores en operación en España han generado de forma competitiva el 20,34% de la producción eléctrica, representando más del 27% de la electricidad libre de emisiones, con unos excelentes indicadores de funcionamiento cercanos al 90%.
Un año más, “estos datos reafirman a la energía nuclear como una tecnología clave para alcanzar los objetivos de la transición energética en España”, indica el presidente de la patronal que representa a empresas como Iberdrola, Endesa, Naturgy o EDP.
El Foro destaca que la energía nuclear vive “una marea” que, con 413 reactores en funcionamiento y 59 en construcción, se está apostando por la operación a largo plazo de sus reactores y la construcción de nuevas centrales. En este desarrollo participa la industria nuclear española y sus profesionales que, con sus capacidades, competitividad, experiencia y tecnología de vanguardia, están presentes en más de 40 países.
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