Renault ha dado un giro a su modelo de negocio con la creación de dos filiales cuyo capital estará abierto para socios o inversores exteriores, una para el desarrollo de coches eléctricos, que es su gran apuesta de futuro, y otra que concentrará sobre todo el negocio de vehículos de combustión.
La primera, que se llama Ampere y en la que el grupo automovilístico francés conservará una fuerte mayoría pero con la entrada de inversores estratégicos como Qyalcomm Technologies, debería salir a bolsa, como pronto en el segundo semestre de 2023.
Ampere tendrá su base en Francia y dentro de su estructura, dedicada a fabricar y comercializar vehículos 100% eléctricos de la marca Renault, contará con una plantilla de unos 10.000 empleados, de los ellos alrededor de 3.500 ingenieros, la mitad de los cuales especializados en los programas informáticos.
Gracias a su gama de seis modelos que prevé comercializar hasta 2030, como son los nuevos Renault 5 Electric y Renault 4 Electric, así como el Megane E-tech Electric y el Scénic Electric, además de dos cuya identidad todavía no se conoce, el objetivo es una producción de alrededor de un millón de vehículos en 2031.
15.000 millones de facturación
La segunda filial, en la que la participación se la repartirán al 50% Renault y el fabricante chino Geely, será la que englobará los vehículos con motores térmicos e híbridos, con una facturación inicial de 15.000 millones de euros y un volumen de ventas de cinco millones anuales.
El grupo francés confía en estas tecnologías térmicas e híbridas, pues estima que seguirán representando hasta el 50% de las ventas mundiales de vehículos particulares incluso en el horizonte de 2040. De hecho, afirma que las ventas de coches de esa nueva entidad seguirán creciendo a un ritmo del 2% de media en el periodo de aquí al año 2030.
Una nueva filial en la que estará incluida la marca de vehículos de bajo coste Dacia, que ya genera un margen operativo superior al 10%, y que tiene el objetivo de subirlo hasta el 15% en 2030. Todavía sin una sede definida, podría ubicarse en nuestro país, y de hecho UGT ha propuesto que España acoja la sede social de esta filial de nombre Horse, como reconocimiento a la aportación de las factorías de Valladolid, Palencia y Sevilla.
En un comunicado, el sindicato ha explicado que esta propuesta ha sido trasladada ya al director industrial mundial de Renault Group y presidente-director general de Renault España, José Vicente de los Mozos, que se ha reunido con el Comité Intercentros para detallar la nueva estructura familiar comunicada por la empresa.
UGT ha destacado que Renault ya ha confirmado que la sede de Horse no estará en Francia, por lo que confía en que prospere la candidatura de España para una firma que tendrá presencia y actividad mundial, con 17 fábricas para abastecer 130 mercados, según datos aportados por la empresa ante el comité de trabajadores. Además, la empresa tendrá cinco centros de I+D+i en Europa (España, Rumanía y Suecia), China y Sudamérica, con 3.000 ingenieros, junto a 19.000 empleados en tres continentes, de los cuales 3.366 empleados son de España.
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