La insostenibilidad de las pensiones y la necesidad de reformar el sistema está en boca de todos. Y es que la presión sobre el mismo no para de aumentar. La población española envejece, la natalidad no mejora y los nuevos pensionistas acceden cada vez a prestaciones más altas. Y esto obliga a hacer reformas para asegurar la viabilidad del sistema.
Para que nos hagamos una idea de la situación basta con recoger las afirmaciones del secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, en la Comisión de Presupuestos. Dijo que la tasa de sustitución de las nuevas altas de jubilación de los asalariados —cuantía de la pensión med sobre el salario medio— llega ya al 94,3%, la más alta de la OCDE.
¿Qué significa esto? Que las personas que estaban a trabajando por cuenta ajena hace unos meses y cotizaban al Régimen General y que hoy ya se han jubilado están percibiendo una prestación que equivale al 94,3% del salario medio. Es decir, que muchos pensionistas cobran prácticamente lo mismo que cuando trabajaban.
Pensiones cada vez más altas
En realidad es una muy buena noticia para los nuevos jubilados porque esta tasa de sustitución es casi 15 puntos más alta que la de los pensionistas que se jubilaron hace años, pero, como dijo el propio Burgos, añade una sobrepresión económica al sistema que hay que abordar. A su parecer, es necesario que la relación entre pensión y salario sea más realista.
Para justificar esta afirmación, Burgos dio más datos: la relación entre el salario medio y la pensión media total del sistema (no solo jubilación) es del 59,2%, pero sube al 69% en el caso de los nuevos pensionistas. En jubilación, el promedio total es del 68,3% y sube al 86,8% para las nuevas prestaciones. Y si nos fijamos solo en los asalariados (que cotizan al Régimen General) la relación es del 77,8% frente al 94,3%.
España tiene la tasa de sustitución más alta de la OCDE
¿Por qué ocurre esto? Porque los nuevos jubilados han realizado largos periodos de cotización y, además, han percibido salarios más altos, así que tienen derecho a prestaciones más elevadas. Y eso hace que España se sitúe a la cabeza de los países de la OCDE en tasa de sustitución.
Las últimas reformas del sistema han intentado contener esta tasa, pero de momento no parece que hayan tenido mucho efecto. Sin embargo, son muchos los expertos que vaticinan fuertes caídas de las pensiones en los próximos años, sobre todo por el efecto de la entrada en vigor del factor de sostenibilidad en 2019 y porque probablemente las pensiones se actualizarán el mínimo que fija la ley durante varios años.
La tasa se contendrá
Y además, el hecho de que suba la tasa de sustitución no implica que mejore el poder de compra de las pensiones. Incluso el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, dijo también este martes que las pensiones perderán poder adquisitivo inevitablemente porque los precios ya están repuntando y las prestaciones solo están subiendo un 0,25%. "Es un hecho y hay que tomar decisiones políticas al respecto", señaló.
Así que la tasa de sustitución es realmente alta y en estos momentos está presionando y mucho al sistema, pero todo apunta a que empezará a descender antes o después, cuando las últimas reformas empiecen a mostrar sus verdaderos efectos. De hecho, son muchos los expertos que piden al Gobierno que se tomen otras medidas para evitar que todo el ajuste se haga por la vía del gasto.
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