Empresarios del Sur de España ponen un pie en Madrid para tratar de atraer inversión y aumentar la visibilidad de sus servicios. Este nuevo ente llamado a ejercer el lobby del “sur de Despeñaperros” es el Consejo Asesor Nacional de CESUR, que reúne a entidades de Andalucía y Extremadura. Tratan de aplacar el ninguneo al que se ven sometidos los actores empresariales ante instituciones nacionales.
El Consejo cuenta con 15 pesos pesados del tejido económico de Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla. Desde el Círculo de Empresarios del Sur (CESUR) entienden que, con esta institución, el tejido empresarial consigue meter el pie en la puerta que, a menudo, se cierra en Madrid a las entidades periféricas.
Se trata de “defender los intereses, inquietudes y necesidades de los empresarios del sur de España ante los máximos órganos del Gobierno e instituciones del Estado”, afirma José Manuel González, presidente de CESUR.
El nuevo ente estará presidido por Hilario Albarracín, ex presidente de la ‘big four’ KPMG y consejero de entidades como Nazca Capital o Howden o de marcas como Mango. En la secretaría estará Socorro Fernández Larrea, presidenta OFG, además de consejera de Red Eléctrica, Banco Caminos y Cementos Molins.
La aspiración del Consejo es “realzar la relevancia de la actividad económica del sur de España y ser un altavoz ante las instituciones, la comunidad económica y la opinión pública en general”, explica Albarracín. A sus espaldas, estarán entidades de proyección global enraizadas en el sur: Cosentino, Navantia, Airbus, Alsa, la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) o Eulen, entre otros…
“Ha llegado el momento de que nos representemos a nosotros mismos”, destacan desde Cesur. “Ya existen en la capital de España instituciones de otras comunidades autónomas -de Cataluña y Comunidad Valenciana, por ejemplo- que también pretenden trasladar sus intereses al Gobierno, no podemos quedarnos atrás”, explica José Manuel González, presidente del ente asociativo.
CESUR integra a más de 220 empresas que llegan a representar el 42% del PIB andaluz y un 40% si se compendia el sur ibérico, con Extremadura. Cuestionados por proyectos o frutos concretos que esperan de este nuevo ente, admiten que aún es pronto para ponerle nombre y apellidos a la criatura.
Básicamente, la idea es fortalecer el factor social, pero también mediático que se relaciona al sur. Empresas como las que constituyen el ente, Navantia o Consentino, no necesitan carta de presentación, pero sí lo necesitan sus servicios e infraestructuras en el sur, cuentan desde el equipo de Cesur.
Esta dinámica quiere aprovechar el debate existente en la coyuntura político y financiera que propicia una mirada territorial. Los empresarios del sur coinciden en este sentido con las demandas autonómicas, “necesitamos reivindicar más oportunidades e infraestructuras” para Andalucía, comparten con Vozpópuli. Desde el tejido empresarial vienen largo tiempo alertando de que, a menor inversión en infraestructuras, menor competitividad económica.
Andalucía progresa adecuadamente, pero el problema es que viene de muy atrás, si comparamos con otras comunidades en variables como el desarrollo del entorno económico, el volumen de sus mercados, el mercado laboral, la estabilidad política e institucional, la madurez empresarial, la innovación o el capital humano.
Estas cuestiones son las que reflejaban las últimas estadísticas del Informe de la Competitividad Regional de España 2023 del Consejo General de Economistas, con datos de hace dos años. El documento confirma que la andaluza está entre las que mejor evolución registran. Sin embargo, es la penúltima en el índice de competitividad con otra viajera habitual del vagón de cola: Extremadura. La sociedad andaluza hace bien en deparar un gran futuro al Consejo Asesor Nacional.
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