La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha alertado este martes en su último informe de previsiones económicas de que el PIB de España caerá en el cuarto trimestre, después del fuerte rebote que se produjo entre julio y septiembre, por los rebrotes de coronavirus y las medidas de restricción impuestas.
"El fuerte rebote del tercer trimestre de 2020 irá seguido de una contracción en el cuarto trimestre. Se espera que el impacto adverso de las nuevas medidas de contención de la actividad, especialmente en el sector hotelero, se vayan reduciendo muy lentamente. En consecuencia, la recuperación será gradual y el nivel de PIB seguirá por debajo de niveles precrisis a finales de 2022", advierte esta organización internacional.
Su alerta se produce días después de que la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, haya descartado actualizar su previsión de crecimiento para el cuarto trimestre, periodo para el que prevé un aumento del PIB.
La OCDE prevé que en el conjunto de este año, el PIB de España caiga un 11,6% y que se recupere gradualmente los próximos años, con una subida del 5% en 2021 y del 4% en 2022.
Según sus estimaciones, la tasa de paro cerrará el año en el 17,4% y bajará el próximo al 16,9%; el déficit público llegará en 2020 al 11,7% del PIB y seguirá siendo elevado el próximo (9% del PIB en 2021). Por su parte, la deuda pública seguirá una tendencia ascendente: 117,3% del PIB en 2020, 120,5% en 2021 y 122,4% en 2022.
El paro lastrará la recuperación
Aunque la demanda interna mejorará, su impacto en crecimiento se verá limitado por la escasa recuperación del mercado laboral, advierte la OCDE.
"El aumento del consumo privado estará limitado por una recuperación incompleta del mercado laboral y un alto ahorro precautorio. Mientras que la inversión empresarial aumentará, animada por los bajos tipos de interés y la decreciente incertidumbre, la baja capacidad de utilización combinada con unas posiciones financieras más débiles de las empresas limitarán la extensión de la recuperación", apuntan.
Influirán también negativamente en el crecimiento los riesgos de solvencia de empresas y hogares, y las dificultades del sector turístico. "Los riesgos a la baja incluyen efectos más persistentes en la solvencia de los hogares y las empresas, restringiendo la recuperación de la demanda interna más de lo previsto. (...) Una prolongación de la crisis puede llevar a firmas viables a la insolvencia", advierten.
Piden políticas activas de empleo
La OCDE considera que el Gobierno debe mantener un enfoque flexible para "adaptar las medidas para ayudar a empresas y trabajadores y dirigir el apoyo fiscal a las más afectadas de la crisis".
Creen que el sistema de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) debe complementarse con políticas activas de empleo que trabajen en la formación de los afectados por estos mecanismos y su recolocación en otros sectores.
"Aunque la extensión de los ERTE ayudará a los sectores más golpeados, esto debería acompañarse de más formación y políticas activas de empleo más fuertes para preparar la recolocación de recursos entre empresas y sectores", señalan.
Reformas estructurales
Finalmente, esta institución recuerda, como hizo este lunes el Fondo Monetario Internacional (FMI), la importancia de que a medida que se reciben fondos de la Unión Europea el país avance en reformas estructurales.
"El plan de recuperación nacional tiene un fuerte enfoque en los objetivos de inversión verde y digital, lo que se debe lograr a través de reformas estructurales ambiciosas para impulsar la productividad, crear empleos y mejorar los resultados medioambientales", piden.
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