La OCDE ha emitido su diagnóstico de cómo acabar con el paro juvenil en España. Se trata de un documento de 30 páginas en el que la organización fija recetas para la consideración del Ejecutivo español y en el que concluye que la crisis ha tenido un coste para los jóvenes muy superior en España que en el resto de países desarrollados. Según sus conclusiones, la temporalidad laboral que reina entre los más jóvenes explica que el paro juvenil haya crecido un 30% mientras que el llamado “paro adulto” ha subido un 12%. El resultado, es que los jóvenes “transitan de trabajo temporal en trabajo temporal, interrumpidos frecuentemente por cobros del paro”.
La organización aplaude la reforma laboral como “un paso sustancial en la buena dirección” pero pide ir más allá en algunas áreas:
Recorte del subsidio de paro: La presión al Ejecutivo para que recorte el subsidio de desempleo es clara por parte de la OCDE. El documento argumenta que la actual duración de la cobertura de dos años “es un periodo relativamente largo”.
Además, la OCDE promueve otros recortes a corto plazo: considera que las ayudas deben percibirse no desde el momento del despido sino desde el momento en que los desempleados se inscriben en el Servicio Estatal de Empleo (SEPE). El documento concluye que, con ello, se conseguiría una rebaja no sólo del paro sino también de los salarios, es decir, una “ganancia en productividad”.
Recorte a las ayudas a la contratación: El organismo aplaude los recortes aprobados por el Ejecutivo en 2012 pero también reprocha que se hayan introducido “nuevos incentivos” para que las pymes de menos de 50 trabajadores puedan contratar a menores de 30 años. Por ello, la OCDE exige que esos incentivos se extingan tras la crisis. “Sólo debieran ser un instrumento temporal y deberían ser eliminados progresivamente tras la crisis”, concluye.
Aumento del gasto en políticas activas: El Ejecutivo ha recortado un 21% en un solo año las subvenciones a las llamadas “políticas activas”, es decir, las destinadas a la formación de los parados y a favorecer la conexión entre empresas y desempleados con el argumento de que “no eran eficaces”. La OCDE reprocha esos recortes al Gobierno y apuesta por introducir dos medidas en ese terreno:
- La asistencia vinculante: Según el documento, “la primera entrevista intensiva” para conseguir trabajo debiera ser forzosa en el momento de inscripción en las listas del paro. De igual modo, se debe aumentar la frecuencia de esas entrevistas en momentos posteriores.
- La formación obligatoria: También debiera ser imperativa la formación e incluso la denegación de la ayuda para quien rechace una oferta de empleo “adecuada”, un concepto que la organización no define.
Las conclusiones del estudio reflejan los criterios que deberán guiar ahora al Ejecutivo para reducir el paro juvenil. Según los datos del informe, uno de cada cinco jóvenes menores de 34 años sigue sin encontrar empleo entre tres y cinco años después de haber terminado sus estudios. La tasa triplica a la de países como Holanda o Reino Unido.
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