La economía española ha dejado de perder impulso y ofrece signos de estabilización de su crecimiento, según apunta la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), después de más de un año de alertar continuamente sobre los indicios de ralentización del crecimiento de España.
"El índice compuesto de indicadores líderes (CLI) para España apunta a una estabilización del impulso de crecimiento", ha explicado a Europa Press un portavoz de la OCDE, después de que el dato de diciembre, publicado en febrero, se haya situado en 98,80 puntos, frente a los 98,88 del mes anterior.
La OCDE había venido advirtiendo de manera prácticamente ininterrumpida desde el verano de 2018 de que la economía española ofrecía síntomas de enfriamiento, en función de los resultados mensuales del índice CLI, diseñado para anticipar puntos de inflexión en la actividad económica relativa a la tendencia durante los siguientes seis a nueve meses.
En su último informe de perspectivas económicas, el 'Club de los países ricos' había proyectado que el PIB de España frenará al 1,6% su ritmo de expansión en 2020 y 2021, aunque la economía española seguirá comportándose con mayor dinamismo que la media de la zona euro (1,1% en 2020 y 1,2% en 2021).
Sin impacto aún por el coronavirus
A nivel global, la OCDE destaca que la lectura más reciente de los índices CLI apunta a un "impulso estable de crecimiento" en las economías avanzadas, aunque advierte de que los datos analizados fueron recopilados con anterioridad a la declaración de emergencia sanitaria por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a raíz de la epidemia del coronavirus en China.
"Aún no es posible incorporar el potencial impacto negativo del brote del coronavirus en la actividad global, particularmente sobre las cadenas de suministro y el turismo", advierte la OCDE.
De este modo, la última lectura del índice CLI de la OCDE se situó en 99,4 puntos desde los 99,3 de noviembre, lo que implica "un impulso estable de crecimiento, aunque por debajo de la tendencia".
Del mismo modo, el dato de 99,3 puntos, frente a 99,2, correspondiente a la eurozona supone un "impulso estable de crecimiento, aunque por debajo de la tendencia", algo extensible a las economías de Alemania (99,1), Francia (99,5) e Italia (99,3).
Por su parte, los índices correspondientes a Estados Unidos y Reino Unido, que se situaron en 99,2 y 99,6 puntos, respectivamente, sugieren "signos tentativos de que el crecimiento gana impulso", después de la estabilización del impulso de crecimiento detectada en la lectura anterior.
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