Economía

La OCDE sube a 220.000 millones su tasa global por el alza de beneficios de las multinacionales

Actualiza sus estimaciones de incremento de los ingresos por la tasa global a multinacionales que promueve, y que va con retraso, y reclama una "implementación rápida" a los países

La OCDE ha actualizado sus estimaciones de incremento de los ingresos por la tasa global a multinacionales que promueve, que eleva ahora a 220.000 millones de dólares (203.083 millones de euros) de 150.000 millones que estimó en 2020 por el aumento de beneficios de las multinacionales con mayores ganancias que detecta. En una nota que ha publicado este miércoles, da cuenta de sus nuevos cálculos, que suponen "aumentos significativos de las ganancias de ingresos", y reclama una "implementación rápida" de su tasa global, acordada en 2021 por más de 135 países, pero no alude directamente a los retrasos que ya empezaron antes de la pandemia y que ésta y la guerra de Ucrania han incrementado.

La OCDE proporciona nuevas estimaciones como parte de una actualización del trabajo del Marco Inclusivo de la OCDE/G20 sobre BEPS (Marco Inclusivo) en relación con los retos derivados de la digitalización y globalización de la economía. La Organización cree que sus reformas, que divide en dos procesos, el Pilar Uno y el Pilar Dos, aseguran una distribución más justa de los derechos impositivos entre jurisdicciones sobre las multinacionales más grandes y rentables y ponen un límite a la competencia fiscal mediante la creación de una tasa impositiva corporativa mínima efectiva global del 15%.

El nuevo análisis muestra que el impuesto mínimo global propuesto bajo el Pilar Dos ahora se espera que resulte en ganancias de ingresos globales anuales de alrededor de 220.000 millones de dólares, el 9% de los ingresos corporativos globales. Y que la asignación de nuevos derechos impositivos a jurisdicciones con ingresos bajos bajo el Pilar Uno cubra alrededor de 200.000 millones de dólares en ganancias de las multinacionales más grandes y rentables, incluidas las principales empresas digitales.

Asimismo, estima que la reforma conducirá a ganancias anuales de ingresos fiscales globales de entre 13.000 y 36.000 millones, según datos de 2021.

Contra las 'tasas Google'

La implementación ayudará a estabilizar el sistema fiscal internacional, mejorará la seguridad fiscal y evitará la proliferación de acuerdos unilaterales, apunta la OCDE, que advierte de que los impuestos a los servicios digitales y las disputas fiscales y comerciales asociadas que se vienen produciendo podrían reducir el PIB mundial hasta un 1% anual.

La Organización de países desarrollados recuerda que la UE ha acordado en diciembre avanzar en la implementación del impuesto mínimo global, que también fue recientemente incluido en los Presupuestos de Reino Unido y Canadá, y ha sido legislado en Corea. Además, Singapur, Sur África, Suiza y Hong Kong, China, entre otros países, también han anunciado planes para implementar, con jurisdicciones que incluyen Australia, Jersey, Malasia y Nueva Zelanda abren consultas públicas para comenzar su implementación procesos.

En esa nota no se alude a España, que aprobó en los Presupuestos de 2021 un tipo mínimo del 15% en el Impuesto sobre Sociedades que en principio debería adaptarse a los estándares de la OCDE.

El análisis muestra que alrededor del 50% de las ganancias bajo el Pilar Uno provienen de grandes empresas digitales, como fabricantes de productos electrónicos o empresas de Internet, y el resto proviene de otros sectores no digitales como el farmacéutico.

La OCDE insiste en que su reforma beneficiaría a juridiscciones con ingresos bajos, mientras que los centros de inversión perderían ingresos. Asegura que también está haciendo grandes progresos hacia la finalización de los detalles técnicos del Pilar Uno, en línea con un llamamiento del G-20 a acordar el texto de un Convenio Multilateral que estará abierto a la firma a mediados de 2023.

Si bien advierte de que aún se están negociando algunos de los detalles técnicos finales de la reforma, señala que el análisis publicado este miércoles muestra que algunos de los cambios de diseño acordados recientemente en ambos pilares benefician a los países en desarrollo.

Éstos incluyen medidas que limitan la medida en que las jurisdicciones más pequeñas pierden derechos impositivos frente a otras jurisdicciones; disposiciones para asignar los ingresos únicamente a los países en desarrollo como una opción por defecto cuando las multinacionales no pueden evaluar la ubicación de los consumidores finales, y disposiciones en las reglas de impuestos mínimos que dan prioridad a países de origen sobre los países de residencia que aplican el impuesto mínimo, a lo que añade que las nuevas disposiciones administrativas asegurarán que la mayor parte de las gestiones del Pilar Uno sean realizadas por la multinacional y luego por la autoridad fiscal del país matriz, lo que significa que habría una carga administrativa muy limitada para países en desarrollo en relación con el tamaño de sus beneficios.

Un análisis completo del impacto económico así como un informe detallado de la metodología se publicará en los próximos meses.

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