El exvicepresidente ejecutivo de Bankia José Luis Olivas ha asegurado este lunes ante la Audiencia Nacional que en un primer momento se opuso a la petición del Banco de España de fusionar a Bancaja, de la que estaba al frente, con Caja Madrid y el resto de entidades que dieron lugar al grupo financiero.
"Le dije (al subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui) que no lo veía porque Bancaja era solvente, tenía un 52 % de solvencia por encima de la exigida", ha relatado Olivas, quien ha asegurado que "veía una complejidad importante" en una operación que suponía "la integración de siete cajas distintas, con sistemas informáticos distintos y con auditores distintos".
A preguntas de la fiscal Carmen Launa, de vuelta tras un mes de baja médica, el exvicepresidente ha señalado que dijo que no a la integración, entre otras razones, porque "tenía que hablar con las autoridades de la Comunidad Valenciana".
Sin embargo, "a los pocos días", el entonces gobernador del organismo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, le insistió en que pasara a formar parte del proyecto.
"Me dio razones de tipo macroeconómico sobre la conveniencia de que nos integráramos para tener mayores sinergias", ha relatado Olivas, argumentos ante los que acabó por acceder "si no había otro remedio" no en vano "el gobernador es una autoridad".
Al respecto, ha insistido en que acto seguido el más alto cargo del organismo le ofreció un encuentro con el que fuera presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, con el que quedó para "hablar de los trabajos a los tres, cuatro o cinco días siguientes" en un despacho habilitado por el Banco de España en su propia sede.
Cuatro años de prisión
Para Olivas, la Fiscalía Anticorrupción solicita cuatro años de prisión por presunta estafa a inversores de la salida a Bolsa junto a los otros tres exadministradores de hecho de la entidad, Rato (cinco años de cárcel); el ex consejero ejecutivo José Manuel Fernández Norniella (tres años) y el ex consejero delegado Francisco Verdú (dos años y siete meses).
Precisamente éste último, Verdú, ha concluido hoy su declaración ante la sección cuarta de la sala de lo Penal, a la que ha reiterado que el debut bursátil de 2011 se produjo con el beneplácito del regulador, que "autoriza, tutela, conduce, guía y aprueba" la operación.
Un aval que despejaba cualquier tipo de sospecha, ha sostenido el exconsejero, de ahí que "si hubiera tenido la más mínima duda" no se hubiese incorporado al que ha definido como el "proyecto más apasionante de la banca española para alguien que estaba en la madurez de su carrera".
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