Miguel Ángel Oliver, presidente de la Agencia Efe, y otros 43 directivos han aprobado repartirse un montante de 503.000 euros en concepto de bonus variable, según informan fuentes conocedoras de la situación.
Este bonus, hasta ahora desconocido, ha sido la tónica general en la agencia estatal de noticias. No obstante, no había trascendido hasta la fecha. Cada año se suele ir aumentando la cuantía y la de 2023 fue de 492.000 euros. Es decir, que este año se incrementará en 15.000 euros.
El plus que recibirán los grandes directivos no estará repartido de manera equitativa por lo que los altos altos mandos obtendrán una mayor cuantía económica.
Según los documentos a los que ha tenido acceso este periódico, el 50% se reparte por objetivos y el otro 50% por la evaluación del desempeño. En lo que respecta al variable de objetivos, los directivos reciben un porcentaje por el resultado de la empresa presupuestado y por los objetivos específicos del área o puesto.
Conviene recordar que el bonus que se van a repartir coincide con la delicada situación económica que arrastra la agencia pública. Oficialmente, aún no se saben las cifras, pero fuentes internas de la compañía ya hablan de 12 millones de euros de números rojos con las que cerrará la compañía. A estos números hay que sumar la enorme deuda que arrastra, que asciende a 33 millones de euros.
En 2023, la empresa cerró con un balance negativo de pérdidas de 18 millones de euros y solo la Sepi, brazo inversor público que controla la agencia, le salvó inyectándole 40 millones de euros en apenas dos años.
Fuentes internas de la compañía indican que existe “un gran malestar” dentro de la plantilla por el reparto de un bonus cuando “se piden grandes esfuerzos a los periodistas mientras que los sueldos de los directivos son desorbitados y no acordes a la realidad”.
En concreto, de acuerdo a un informe interno de Comisiones Obreras, hay más de 32 personas dentro de la Agencia Efe que cobran más que el propio presidente del Gobierno. El salario de Pedro Sánchez rondan los 90.000 euros. “Somos una compañía al borde de la quiebra y solo nos salva la inyección de la Sepi”, afirman las fuentes consultadas por este periódico.
El propio Miguel Ángel Oliver mandó una carta a sus empleados diciendo que los costes para pagar las nóminas se habían disparado y ascienden a 37 millones de euros. “Las revisiones salariales colectivas aplicadas tanto en España, conforme a los incrementos en materia salarial establecidos en la normativa para los empleados del sector, como en varias delegaciones exteriores”, dijo el directivo.
Comparecencia
La Agencia Efe, que vive en una crisis económica grave, va a ser sometida a control en el Congreso de los Diputados. En concreto, será Miguel Ángel Oliver el que tenga que dar explicaciones a propuesta del Partido Popular.
Las fuentes consultadas por este periódico indican que la comparecencia podría dilatarse hasta mediados de marzo o abril “para dar cuenta sobre la degradación y el desprestigio de la Agencia durante su Presidencia, con episodios como la publicación de titulares falsos que generaron alarma social, como un inexistente accidente de helicóptero contra un edificio en Madrid o el fallecimiento de un reconocido escritor español”.
Los sindicatos piden explicaciones
Precisamente estos incidentes han levantado ampollas dentro de la plantilla. El sindicato UGT condenó las posibles sanciones que puedan llevarse a cabo por los errores cometidos. “La sección de UGT en EFE no comparte que se pida a la dirección que tome medidas punitivas por errores y tampoco que se menosprecie a trabajadores y trabajadoras”, indica en un comunicado emitido. “ Rechazamos que se señale o que se pidan cabezas. Nadie, en mayor o menor medida, está libre de errar. No nos parece justo este cuestionamiento”, se extrae del documento.
Por su parte, CCOO indica que Oliver “no ha calibrado en su justa medida la importancia de estos errores” y, aunque habló de implementar medios para que no vuelvan a ocurrir este tipo de fallos, no concretó qué medidas son las que llevará a cabo para evitar volver a caer en el descrédito. No puede lavarse las manos con un simple “fallo técnico” desviando la atención a una “brecha de seguridad informática” y dejar flotando en el aire el buen hacer de los compañeros informáticos y técnicos de esta casa.
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