Ombuds se encamina al concurso de acreedores y amenaza a la banca con cargar sobre sus hombros el futuro de 8.000 familias.
La compañía de seguridad no ha logrado alcanzar un acuerdo definitivo con la banca acreedora para mantener abiertas líneas de liquidez, a pesar de que contaba con un principio de acuerdo pactado con las entidades entre el viernes y el lunes pasado.
El grupo dirigido por Rafael Cortina, y propiedad, en un 70%, del fondo JZI, ya ha advertido a los bancos acreedores -Santander, Caixabank y Bankia- que solicitará su entrada en concurso entre el lunes y el miércoles. Y amenaza a las entidades con generar un conflicto social de relevancia responsabilizándolas de haber puesto en jaque a 8.000 familias.
La banca acreedora desconfía de Ombuds después de que se declarara en preconcurso de acreedores sin previo aviso
De acuerdo a fuentes cercanas a la empresa, y también a los bancos, durante esta semana se han mantenido negociaciones sin que se haya podido alcanzar un acuerdo definitivo de financiación. Sólo queda hoy viernes y el fin de semana, prácticamente, para evitar la declaración de concurso de acreedores del grupo de seguridad.
Santander, Caixabank y Bankia, los bancos con los que trabaja Ombuds, consideran que la situación de la empresa es crítica, y desconfían de la dirección del grupo después de que esta decidiera declararse en preconcurso de acreedores a finales de junio, sin previo aviso. Las fuentes financieras consultadas indican que han tenido acceso a las cuentas de 2018 de la empresa y que estas presentan pérdidas y Ebitda negativo.
Las últimas cuentas disponibles en Registro Mercantil de Ombuds a las que ha podido acceder este diario son las de 2017. Según las mismas, las deudas con Administraciones públicas eran al término de ese año de 41,5 millones (10,2 millones un año antes).
Hasta el último momento
Ombuds culpa a las entidades de haber cerrado las líneas de financiación comercial (factoring) a finales del mes pasado sin avisar, y sin causa justificada. Y amenaza con ser especialmente duro con Bankia por su perfil público.
De momento está convocada, por UGT, una manifestación ante las puertas del Ministerio de Trabajo la próxima semana, de acuerdo a fuentes sindicales. "No pueden cortar la financiación de una empresa que tiene solidez económica", aseguran las fuentes consultadas cercanas a la compañía. "Los vigilantes de Ombuds trabajan en infraestructuras críticas, en prisiones, en Ministerios, en el Metro...", advierten.
Las mismas fuentes aseguran contar con un principio de acuerdo con un grupo industrial extranjero que adquiriría la participación del fondo JZI; las fuentes financieras restan credibilidad a esta última posibilidad.
Fuentes cercanas a los bancos reconocen que las negociaciones se encuentran en un punto crítico, pero que tratarán de llegar a una solución. "Seguiremos intentándolo hasta el último momento", aseguran.
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