La vigilancia de los aeropuertos es el principal contrato público de seguridad en España. Aena, el gestor aeroportuario español, se ha gastado en los últimos dos años 345 millones en el servicio de sus 44 aeropuertos nacionales. De ellos, 58,2 millones de euros se los lleva la adjudicación del Aeropuerto de Madrid-Barajas. Un servicio que desde 2018 está en manos de Ilunion Seguridad, la empresa perteneciente a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), y que en sus últimas cuentas ha declarado deficitario.
Según sus cuentas de 2019 publicadas en el Registro Mercantil, a las que ha tenido acceso Vozpópuli a través de la herramienta Insight View, los 28 millones de euros en ese ejercicio que ingresó por la gestión de la seguridad de Barajas le provocaron unas pérdidas de 25.000 euros. Además, la empresa de la ONCE gestiona la inspección de equipajes y rondas en Aeropuerto de El Prat en Barcelona a cambio de otros 23,2 millones, junto con los aeropuertos de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura a cambio de 27,6 millones.
Unas adjudicaciones millonarias que, según sus últimas cuentas, tampoco han logrado generar nada de beneficio en 2019 a Ilunion. Ante este escenario, y como explican fuentes cercanas a la compañía a este medio, la idea que maneja la empresa de seguridad de la ONCE estaría valorando muy seriamente abandonar este servicio ante la baja rentabilidad que tienen sus contratos, pese a recibir cerca de 50 millones al año.
Desde Ilunion ha preferido no realizar ninguna valoración oficial ante este escenario. La explicación que dan las mismas fuentes del sector es que las últimas adjudicaciones han ido apretándose en precio por parte de Aena y los candidatos han tenido que ir ajustando su oferta para poder optar a ella con el resultado de encontrarse con que "las adjudicaciones de seguridad de los dos mayores aeropuertos de España no son rentables para las empresas", destacan.
¿Prórroga?
Este año finaliza el concurso de 2018. Y, según explicaba Aena a este medio en marzo antes del coronavirus, la empresa abrió un proceso para "hablar con todas las compañías en todos los aeropuertos para ver quién quiere activar la prórroga del contrato”. Junto con Ilunion, las empresas que deberán recibir esta llamada del gestor aeroportuario son Eulen, Trablisa, Segurisa, ICTS y Prosegur. Este último asumió el contrato de Tenerife y La Palma ante la falta de candidatos en un primer momento.
Aunque en Barajas parece se pone difícil la renovación. Después de que Securitas abandonara el contrato tras 10 años y Prosegur no aguantó más de tres, Ilunion parece seguir la misma senda. "La empresa ajustó para poder ganar el concurso y es una operativa con grandes dificultades. Sólo en 2018, el primer año de la adjudicación, Aena impuso multas por incumplimiento del servicio por valor de 300.000 euros", aseguran los mismos conocedores del contrato.
Ilunion sólo sería partidario de mantenerse en estos contratos si Aena saca una nueva adjudicación que mejore la cuantía del contrato. No obstante, si sale una nueva adjudicación y ninguna empresa opta al nuevo contrato, la empresa de la ONCE se verá obligado por ley a mantener su servicio para el gestor.
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