A principios del pasado mes de abril se abría el plazo para solicitar las ayudas al PERTE destinado al coche eléctrico que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha ampliado finalmente hasta el próximo 3 de junio –estaba previsto haberlo cerrado inicialmente el 3 de mayo y posteriormente el 17–. Tiene un presupuesto que asciende a 2.975 millones de euros, 1.425 millones de los cuales se van a conceder en forma de préstamos y otros 1.550 a través de subvenciones.
Desde el propio Ministerio se aseguraba que a pesar de la primera modificación, el plazo continuaba resultando insuficiente para salvaguardar la mayor competencia en el procedimiento de concurrencia competitiva, dada la complejidad del proceso de presentación de solicitudes de ayuda por parte de las agrupaciones participantes. Tras la del Grupo Volkswagen, ahora ha sido Stellantis la que ha presentado un proyecto para acceder a estas ayudas.
Así, el grupo resultante de la fusión de PSA y FCA ha presentado un proyecto englobado en el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado para la planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza) con inversiones que rondan los 230 millones de euros y que será un paso más hacia la electrificación y digitalización de la factoría. Una planta en la que ya se fabrica desde hace dos años un modelo 100% eléctrico como es el Corsa-e.
Así lo han confirmado a Efe fuentes conocedoras del proyecto, que se presentó la semana pasada ante el Gobierno central y es independiente del que impulsa el grupo para sus plantas de Vigo (Galicia) y Villaverde (Madrid). El PERTE de Opel, que deberá estar implantado en 2025, cuenta con la participación de diversas empresas y pymes aragonesas.
Recuperar empleo
En declaraciones a los medios en Villarquemado (Teruel), el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha valorado esta "buena noticia", ya que Stellantis es uno de los motores de la economía aragonesa, por lo que espera que el Gobierno central "acoja con interés" lo que plantea el grupo para Figueruelas dentro del Perte de la automoción, ya que si se aprueba será bueno para la planta y para el sector aragonés.
Y es que el número de empleados en la planta de Figueruelas ha caído a prácticamente la mitad en los últimos 25 años, pasando de los 10.000 que había en 1997 a menos de 6.000 trabajadores en la actualidad. Una sangría que se pretende frenar con el impulso que puede suponer la llegada de nuevos modelos eléctricos a la fábrica zaragozana.
Las inversiones previstas en el proyecto del grupo para Figueruelas rondan la cantidad que ya anunció el propio Lambán, en noviembre de 2020, con motivo de la segunda reunión de la Mesa de la Automoción en Zaragoza en la que la ministra de Industria, Reyes Maroto, informó de la movilización de en torno a 10.000 millones para reactivar el sector de la automoción, el 14 por ciento del fondo de recuperación "Next Generation EU".
Entonces, el presidente de Aragón aseguró que su Gobierno atiende con "mucho mimo" el proyecto para Figueruelas para abordar la transformación de la planta hacia la electromovilidad para la fabricación de nuevas generaciones de vehículos eléctricos de amplia gama y aprovechó ya para pedir su apoyo a la ministra.
