Las negociaciones sobre el futuro de la operación Chamartín se encuentran en su fase más crítica pero el Ayuntamiento de Madrid ha decidido finalmente no esperar más para poner en marcha, por su cuenta, uno de los puntos clave del desarrollo: la reforma del denominado Nudo Norte, punto de acceso al ámbito y foco de kilométricos atascos diarios en la capital. El Consistorio ha puesto en marcha el proceso para diseñar el cruce de viales sin contar con sus dos interlocutores en la negociación para tratar de sacar adelante el desarrollo urbanístico del norte de Madrid: el Ministerio de Fomento, principal propietario de los terrenos del ámbito, y la promotora Distrito Castellana Norte (DCN), participada mayoritariamente por el BBVA.
De este modo, la corporación municipal que preside Manuela Carmena ha decidido seguir adelante con sus planes sin esperar al resultado de las negociaciones, cuyos posibles acuerdos deben desembocar en un diseño consensuado de uno de los desarrollos urbanísticos más importantes de Europa, con una extensión superior a los tres millones de metros cuadrados.
El área de Desarrollo Urbano Sostenible, que representa al Ayuntamiento en las negociaciones, ha puesto en marcha una licitación para diseñar el proyecto de reforma del Nudo Norte y sus principales conexiones, con el propio Paseo de la Castellana (cuya prolongación se contempla en la operación), la autopista M-11 (una de las que da acceso al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas), la circunvalación M-30 y la carretera M-607.
El nuevo diseño del Nudo Norte es uno de los puntos fundamentales de la operación Chamartín y, además, uno de sus principales beneficios, toda vez que no repercutiría solamente en el ámbito del desarrollo sino que pondría solución a uno de los puntos negros del tráfico en la ciudad de Madrid.
De hecho, el Ayuntamiento había reprochado en su día a DCN que situara las obras para modificar este enrevesado cruce de viales (desbordado desde hace años porque el volumen de tráfico es notablemente superior al previsto cuando fue proyectado) en la segunda parte del cronograma a 20 años del desarrollo. Un aspecto que DCN siempre defendió que podía modificar sin excesivas complicaciones.
Un hecho asumido
Desde finales del pasado año, las partes implicadas negocian un nuevo planteamiento de la operación Chamartín pero el Ayuntamiento de Madrid ha decidido no esperar para el Nudo Norte. Pase lo que pase con las negociaciones, llevará a cabo su reforma y todo parece indicar que correrá a cargo de las cuentas públicas.
La decisión del equipo de gobierno del Ayuntamiento no ha sido una sorpresa para las otras dos partes, que tenían prácticamente asumido que el Consistorio no iba a esperar. Especialmente desde que hace algunas semanas, como informó Vozpópuli, el área de Desarrollo Urbano Sostenible decidió publicar un preanuncio de la licitación en el Diario Oficial de la Unión Europea con el fin de agilizar los trámites.
No obstante, no deja de sorprender el hecho de que el Ayuntamiento actúe por su cuenta en un plan tan ambicioso y que, además, se encuentra actualmente en una fase decisiva. Las conversaciones entre las partes se aceleraron la pasada semana para tratar de llegar a un acuerdo definitivo sobre los aspectos fundamentales de la operación ya que las modificaciones urbanísticas que habrá que realizar a partir de entonces podrían prolongarse durante dos años, es decir, lo que resta de legislatura.
Un acuerdo condicionado
En el caso de que se llegara a un acuerdo sobre el desarrollo, la tramitación del diseño del nuevo Nudo Norte condicionaría los planes en los que lleva tiempo trabajando el equipo de arquitectos contratados por DCN. La promotora ha optado por no hacer comentarios.
En cualquier caso, la decisión del Ayuntamiento con el Nudo Norte no afectará a la marcha de estas conversaciones, que parecen encontrarse en un punto de no retorno. Actualmente, sobre la mesa está la futura extensión del centro de negocios que se construirá en torno a la nueva estación de Chamartín.
Tras un frustrado intento de cerrar las negociaciones durante la pasada semana, los técnicos han vuelto a cobrar protagonismo para intentar limar las diferencias en este último punto y dejar el acuerdo más próximo que, en el mejor de los casos, podría sellarse en los primeros días del mes de julio.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación