Economía

Por qué la 'operación Chamartín' corre peligro si Carmena no renueva como alcaldesa

El retraso en la aprobación de la 'operación Chamartín' no se traduce necesariamente en su descarrilamiento pero sí abre incógnitas sobre su futuro ante la proximidad de las elecciones municipales. Los aspirantes a derrocar a Carmena de la alcaldía quieren revisar el proyecto, lo que sí podría derivar en el final del desarrollo

La operación Chamartín sobrevive tras sufrir este martes un nuevo revés, el enésimo en su dilatada trayectoria que se extiende ya por más de un cuarto de siglo. El hecho de que la aprobación inicial del Ayuntamiento de Madrid no haya llegado a tiempo antes del fin de la legislatura se traduce, en principio, en un simple y nuevo retraso. Sin embargo, el futuro de Madrid Nuevo Norte, como se conoce ahora al desarrollo urbanístico, podría empezar a estar seriamente amenazado si la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, pincha en su intento de ser reelegida en los comicios del próximo domingo.

Es este escenario, precisamente, el que quería evitar Carmena y por eso no se paró en barreras para tratar de dejar el asunto de la tramitación de la modificación urbanística zanjado antes de las elecciones. La alcaldesa y su equipo sostienen que si tienen que ceder el bastón de mando tras el 26-M, la nueva corporación municipal querrá revisar el proyecto e introducir cambios, una circunstancia que sí supondría un serio contratiempo para la operación.

Tras finalizar la reunión con los portavoces de los grupos representados en el Consistorio, en la que se determinó que no habría convocatoria de comisión y pleno extraordinario para aprobar Madrid Nuevo Norte, Carmena aseguró que si renueva como primera edil de la capital, el trámite se sustanciará en el primer pleno ordinario de la nueva legislatura, que se ha de celebrar antes del verano.

Pero el escenario será distinto si no se da la reelección. Sin ir más lejos, la candidatura del PSOE, encabezada por Pepu Hernández, ha reiterado durante la campaña su intención de revisar por completo la operación Chamartín, con el foco especialmente centrado en un incremento de las viviendas protegidas. Ciudadanos también se ha pronunciado a favor de introducir algunas modificaciones, entre las que se encuentra levantar más torres de las inicialmente previstas.

Empezar de cero

Cualquier modificación sustancial del proyecto supondría volver a la casilla de salida, tal y como hizo del gobierno de Ahora Madrid con la anterior operación Chamartín. En primer lugar, el Ayuntamiento debería tumbar la actual tramitación (que ya cuenta con la aprobación inicial, que se llevó a cabo el pasado mes de septiembre) y posteriormente empezar la nueva desde el principio.

Los trámites burocráticos en este escenario se extenderían a lo largo de la práctica totalidad de la próxima legislatura, trascendería de la fecha de vencimiento del contrato entre Distrito Castellana Norte (DCN, participada mayoritariamente por BBVA) y Adif para el traspaso de los terrenos y supondría otros tres o cuatro largo años de espera que la parte privada no está dispuesta a aguantar.

No todos los cambios supondrían empezar desde el principio de nuevo. Siempre que se respeten los aspectos fundamentales de la actual Madrid Nuevo Norte (número de viviendas, edificabilidad, superficies para zonas verdes, etc.), las potenciales modificaciones no requerirían cambiar el expediente. Además, el Ayuntamiento cuenta con la ventaja de que el proyecto pasó a ser de iniciativa pública durante la legislatura de Carmena. Pero, en cualquier caso, requeriría un acuerdo con DCN, algo que no será precisamente sencillo.

No más cesiones de la promotora

Al actual proyecto se llegó tras más de dos años de intensas negociaciones a tres bandas entre el Consistorio, DCN y Adif, en las que la promotora renunció a un buen número de factores contemplados en el plan de 2015. La edificabilidad se redujo un 35% aunque la inversión (en torno a los 6.000 millones de euros) y el precio a pagar por el suelo de Adif y Renfe (1.250 millones) se mantuvieron. Ya en la recta final de las negociaciones, DCN procedió a registrar el diseño final para evitar nuevas modificaciones de última hora. Y advirtió al Consistorio de que no consentiría más cesiones.

En los planes del PSOE se contempla incrementar del número de viviendas protegidas, hasta el 50% del total, lo que no alteraría esencialmente el proyecto pero sí los cálculos de rentabilidad de DCN, ya de por sí ajustados. En la actualidad, el porcentaje destinado a vivienda social en Madrid Nuevo Norte es ya el doble del contemplado por Ley.

Todo apunta a que las negociaciones no serían precisamente rápidas. Y el tiempo se acaba. La promotora ya ha consumido cerca de 150 millones de euros de capital en el intento y BBVA mantiene bloqueados miles de millones de euros para la operación sin que produzcan fruto alguno. Un nuevo contratiempo podría poner a DCN en la puerta de salida del proyecto.

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