Este mismo jueves, la compañía biotecnológica Oryzon Genomics, una pequeña start-up que se ha convertido en uno de los referentes del sector en nuestro país, se desplomaba en bolsa con caídas de más del 20% tras anunciar una nueva ampliación de capital por un valor de 20 millones de euros.
Por alarmistas que puedan resultar los mercados, este tipo de operaciones en compañías como Oryzon, que carece del capital propio necesario para financiar al nivel que aspiran sus ensayos clínicos, es bastante común.
La ‘biotech’ catalana cerró la suscripción del aumento de capital mediante la emisión de más de 6,6 millones de acciones a un precio de emisión de tres euros por participación. Según informaba la compañía, el aumento del capital se ha realizado a través de un procedimiento de colocación privada “dirigido a inversores cualificados”.
La principal pregunta es a qué piensa destinar Oryzon esta nueva inyección de dinero que recibirá en las próximas semanas. La respuesta es bastante simple: a luchar contra el alzhéimer.
Más de 2,8 millones de euros
Según refleja su folleto de emisión publicado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), más del 75% del capital invertido durante 2019 por la biotecnológica estuvo destinado a la investigación de “mecanismos epigéneticos neurodegerativos” o lo que es lo mismo, un tratamiento contra el alzhéimer.
En total, a cierre del mes de mayo, Oryzon se gastó más de 2,8 millones de los 3,7 que dispone para invertir en realizar ensayos clínicos e investigar en una ‘cura’ contra esta enfermedad, que en la actualidad afecta a más de 30 millones de personas.
De acuerdo con las actuales estimaciones teniendo en cuenta el envejecimiento de la población mundial, de cara a 2050 el número de enfermos con alzhéimer superará los 90 millones de personas.
Es por ello que los analistas calculan que, de encontrarse un fármaco que pueda acabar con esta patología, su valor se situaría en más de 9.000 millones de euros. Una carrera en la que Oryzon compite con gigante del sector como Johnsson & Johnsson, Novartis, Takeda o incluso la también catalana Grifols.
Líder en la búsqueda
No obstante, por el momento la ‘biotech’ que lidera la búsqueda, ya que el año pasado se convirtió en una de las primera empresas en llevar a cabo ensayos clínicos de fase IIa -o lo que es lo mismo, ensayos con pacientes humanos- para su fármaco vafidemstat, que está siendo investigado tanto para tratar el Alzhéimer moderado o leve como para la esclerosis múltiple.
Hace apenas una semana, presentaron en una conferencia en Los Ángeles los resultados de dichos ensayos, denominados como ETHERAL, y para los que habían recibido previamente 1,5 millones de dólares por parte de la asociación norteamericana Alzheimer Drug Discovery Foundation (ADDF).
Resultados positivos
Los ensayos han sido sin duda un éxito, ya que los resultados de los 104 primeros pacientes tratados han demostrado que se trata de un fármaco seguro de usar. El ensayo en cuestión se sigue llevando a cabo en 17 hospitales europeos de Reino Unido, Francia y España, así como en 3 centros en EEUU.
Las bajadas que experimentaba ayer Oryzon contrastaban con la subida que experimentó el pasado 15 de julio cuando expuso los avances de su compuesto contra el Alzheimer en la Conferencia Internacional de la Asociación de alzheimer de Los Ángeles (EEUU). Al cierre de la sesión sus acciones se dispararon un 12,18%, hasta los 4,05 euros, si bien en las dos sesiones posteriores corrigieron un 6,5% y un 2,9%.
Desde la compañía se han abstenido de valorar los movimientos bursátiles que han vivido en los últimos días. Lo que sí que parecen tener muy claro es que la solución al alzhéimer pasa por la investigación epigenética que, curiosamente, es su especialidad.
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