Amancio Ortega ha mostrado a Ana Botín el camino para superar el trauma causado por el caso Orcel. La salida de Pablo Isla de Inditex deja en bandeja a Santander la posibilidad de fichar como consejero delegado al considerado como mejor ejecutivo del mundo.
El líder mundial de la moda anunció el martes "la renuncia" presentada por Isla como Presidente y miembro del Consejo de Administración, que tendrá efectos el próximo día 31 de marzo de 2022, y el nombramiento de Marta Ortega como Presidenta.
Desde entonces, los rumores sobre cuál será el próximo empleo de Pablo Isla son incesantes. Ofertas no le van a faltar.
Destinos como Telefónica (Isla fue miembro del Consejo de Administración de la operadora entre 2005 y 2017 y mantiene buena relación con el expresidente César Alierta); o BBVA (por los derroteros que pudiera seguir la investigación de la entidad en el caso Villarejo); e incluso la entrada en política de la hasta ahora mano derecha de Amancio Ortega, ya se han comentado.
Andrea Orcel demandó al Santander en mayo de 2019, cuatro meses después de que el banco frenara su contratación
Pero la hipótesis de que Isla recale en la Ciudad Financiera de Boadilla (Madrid), la sede de Santander, le hacen los ojos chiribitas a más de un accionista de la entidad.
En los próximos días está previsto que se conozca la sentencia por la demanda presentada por Andrea Orcel contra Santander por su fichaje frustrado como consejero delegado.
Santander comunicó el 25 de septiembre de 2018 a la CNMV y a los medios de comunicación el nombramiento del banquero italiano como consejero delegado. El 15 de enero de 2019 informó que dejaba sin efecto la designación.
José Antonio Álvarez se ha mantenido como consejero delegado de Santander tras el fichaje frustrado de Orcel
Orcel presentó demanda contra Santander el 27 de mayo de 2019, admitida a trámite el 25 de junio de ese mismo año.
Como consecuencia de la decisión de dejar sin efecto el nombramiento de Orcel, José Antonio Álvarez, que iba a ser sustituido por el banquero italiano, se ha mantenido desde entonces como consejero delegado del primer banco español, puesto que ocupa desde finales del año 2014.
Álvarez (León, 1960), cuenta con el apoyo del Consejo de Administración de Santander y de la presidenta Ana Botín.
La entidad no puede sino estar agradecida a la labor de quien ha manejado el timón del grupo en los últimos seis años, en los que la entidad ha llevado a cabo una profunda reestructuración de su negocio digital y en los principales mercados en los que se encuentra, Estados Unidos, Brasil, Reino Unido y España.
Sin embargo, el desgaste al que ha sido sometido Álvarez en los tres últimos años, con la integración de Banco Popular, el caso Orcel, y la gestión de la crisis provocada por la pandemia, ha sido muy elevado. Una vez se despeje el proceso judicial por la demanda de Andrea Orcel contra Santander, el banco español podría retomar sus planes de designar un nuevo consejero delegado en sustitución de José Antonio Álvarez.
La mejor opción
Pocas opciones mejores que la de Pablo Isla (Madrid, 1964) para sustituir a Álvarez. El hasta ahora presidente de Inditex, número uno de su promoción como Abogado del Estado, ha trabajado ya en el sector financiero y mantiene vínculos con ejecutivos de Santander.
La implicación de Isla en la política de sostenibilidad de Inditex y contra el cambio climático casa con la posición de Botín
Entre 1992 y 1996 fue director de los Servicios Jurídicos del Banco Popular, la entidad absorbida por Santander en 2017. Posteriormente, fue nombrado Director General del Patrimonio del Estado en el Ministerio de Economía y Hacienda, y desde julio de 2000 hasta 2005 presidió el grupo Altadis.
Actualmente, Isla es también consejero independiente de Nestlé, miembro del Consejo Asesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y del Consejo Asesor de la Escuela de Gestión y Economía (SEM) de la Universidad Tsinghua (Pekín, China).
La implicación de Isla en las políticas de sostenibilidad y contra el cambio climático en el grupo Inditex casan a la perfección con la importancia que Ana Botín otorga a estos ámbitos como Presidenta de Santander.
Rodrigo Echenique, consejero de Santander entre 1987 y 2000, forma parte del consejo de Inditex desde 2014
En el consejo de administración de Inditex, Isla ha coincidido con Rodrigo Echenique, persona de confianza de la familia Botín, también Abogado del Estado, y que ha sido miembro del Consejo de Administración de Banco Santander desde 1987 hasta 2020, y consejero independiente del grupo textil desde el año 2014.
También se sienta en el consejo de administración de Inditex Emilio Saracho, quien trabajó en Santander en los años ochenta y noventa del pasado siglo y que presidió Banco Popular entre febrero y junio de 2017, antes de que fuera adquirido por el banco presidido por Ana Botín.
Y el nuevo consejero delegado de Inditex, Oscar García Maceiras, quien se incorporó al grupo controlado por Amancio Ortega el pasado mes de marzo como Secretario General y del Consejo, fue con anterioridad, desde 2016, director de la Asesoría Jurídica y vicesecretario del Consejo de Administración de Santander.
El valor de la acción
Pero en su currículum, Isla tiene otro haber que le hace especialmente atractivo para ocupar el puesto de consejero delegado de Santander: El hecho de que durante su etapa como consejero delegado y presidente de Inditex, el valor de la compañía de moda se haya disparado en Bolsa.
Desde que Isla fue nombrado consejero delegado de Inditex, en mayo de 2005, el valor de la acción del grupo se ha incrementado cerca de un 900%, desde los cerca de 15.000 millones hasta rozar los 100.00 millones de euros de valor de mercado.
El valor de la acción de Santander es uno de los talones de Aquiles del primer banco español (un problema generalizado por otra parte en la banca española), y la llegada de Isla a la dirección del grupo podría animar los títulos de la entidad.
Isla sabe ya lo que es lidiar en una multinacional con fuerte componente familiar, como es el caso de Inditex.
El sabor amargo que haya podido dejar en el ejecutivo la última etapa de su relación con Amancio Ortega en la compañía textil por presuntas diferencias con planteamientos de gestión defendidos por el entorno familiar del fundador de Zara, podría generar en Isla recelos a la hora de plantearse aceptar un puesto en otra compañía como Santander, en la que tanto pesa el apellido Botín.
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