El Pacto de Toledo vuelve a sentarse a negociar tras la acalorada discusión de la semana pasada y justo una semana antes de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparezca en el pleno del Congreso para intentar calmar a un colectivo que ha decidido tomar las calles para reclamar pensiones dignas. Esta vez hablarán solo de la segunda recomendación, que es la que hace referencia a la controvertida revalorización de las pensiones.
De hecho, este punto es el que ha impedido el acuerdo de los partidos a lo largo de estos meses. PSOE y Podemos siguen exigiendo que las prestaciones se vuelvan a vincular al IPC para que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo. Y más ahora que el tema ha ocupado el centro del debate. Y PP y Ciudadanos no están dispuestos a pasar por el aro. Sí se abren a mejorar la última reforma para que los pensionistas no sufran la congelación durante años, pero en ningún caso aceptarán volver al IPC.
El PP ya se había mostrado dispuesto a mejorar la fórmula de revalorización que introdujo en la última reforma, como publicamos en este periódico en el mes de noviembre. Es consciente de que la fórmula es dura y condena a los pensionistas a una cuasicongelación durante años, ya que las pensiones solo subirán el mínimo (0,25%) mientras que el sistema esté en déficit.
Subir las pensiones en línea con el IPC costaría casi 2.000 millones
Eso sí, volver al IPC es otra historia. El coste sería enorme y es algo que no se plantean en estos momentos. Hace unos días el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, dijo que es “anticuado” relacionar las pensiones con los precios. Y esta misma semana el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, dijo que sería difícil costear una medida así. Subir las pensiones un 0,25% en 2018 ha costado unos 300 millones, subirlas un 1,6% (estimación del IPC) rondaría los 2.000 millones.
De hecho, fuentes del PP aseguran a este periódico que exigirán al Podemos y a PSOE que concreten sus propuestas y que pongan cifras sobre la mesa. A su parecer, el principal partido de la oposición se está dejando arrastrar por Podemos y está haciendo uso de la misma demagogia que acostumbra a usar la formación morada. Pide rigor y seriedad para afrontar una de las reformas más importantes para España.
Ciudadanos tampoco aceptará volver al IPC. Fuentes del partido liderado por Albert Rivera han señalado a Vozpópuli que sí están dispuestos a apoyar mejoras superiores al 0,25% que marca la ley, pero nada más. Ellos apuestan por la rebaja del IRPF que pactaron con el PP, que también mejoraría la renta de los pensionistas.
PSOE y Podemos no renunciarán
Pero el PSOE no está dispuesto a ceder. Aseguran que no renunciarán a que las pensiones suban al menos lo mismo que sube el precio de la vida. Les da igual que se vinculen al IPC o que se utilice cualquier otro índice, lo importante es que los jubilados no vuelvan a perder poder adquisitivo, como ya pasó en 2017. Y Podemos es aún más exigente: dice que el IPC es lo mínimo que pedirán al Gobierno.
Así que todo apunta a que el debate volverá a ser bronco. Las distancias se han recortado poco desde que los partidos decidieron apartar este punto de la discusión por la falta de acuerdo. Y la tensión ha subido mucho estos días debido a las manifestaciones pensionistas, que han llenado las portadas de los periódicos y los programas de televisión.
Lo que parece poco probable es que las negociaciones lleguen a buen puerto. Todo apunta a que el presidente anunciará algo en su comparecencia para calmar a los pensionistas y lo más probable es que su partido no quiera quitarle protagonismo unos días antes. Será Rajoy el que haga el anuncio y, hasta entonces, habrá que aguantar el tipo.
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